Obama vence en Mississipi gracias al apoyo de la población afroamericana
El senador aún no llega a los 2.025 representantes que se necesitan para cerrar la contienda
MISSISSIPIActualizado:El estado donde el huracán Katrina tocase tierra hace dos años y medio se sumó ayer a la corriente de Barack Obama, que en las primarias de anoche ganaba 53-45 con el 24% de los votos escrutados. El senador también venció el sábado en los ‘caucus’ de Wyoming, pero, pese a tener más delegados, más votos y más estados que su rival, no llega a los 2.025 representantes que se necesitan para cerrar la contienda.
Hillary Clinton se olía la derrota en un estado donde la población afroamericana supone el 37% y alcanza la mitad del electorado demócrata. Por eso, el lunes se fue a Pensilvania, la siguiente gran batalla en juego, que se disputará el 22 de abril y en la que parte con ventaja. Ni siquiera Obama se quedó en Mississippi para recibir el triunfo, sino que al anochecer ya se encontraba en su casa de Chicago, consultando con sus asesores temas tan delicados como qué hacer con Florida y Michigan, dos estados cuya indisciplina ha abierto una crisis de difícil solución que puede costar al partido la Casa Blanca.
Ambos estados decidieron convocar primarias en enero, en contra del calendario del partido, que en castigo prometió no sentar a sus delegados en la Convención de agosto, donde se vota al candidato. Nadie anticipaba entonces que sus 367 delegados resultarían vitales para desempatar unas elecciones tan reñidas como éstas.
El pacto era que ningún candidato haría campaña allí. En Michigan, todos los principales contendientes retiraron sus nombres de las papeletas, excepto Hillary Clinton. Por defecto, la ex primera dama obtuvo un 55,3% de nada, se suponía. En Florida, donde todos los nombres estaban en las papeletas a pesar de que no aportaban delegados, Clinton obtuvo el 49,7% de los votos. En los días previos había visitado tres veces el estado con la excusa de realizar actos de recaudación de fondos, que en la práctica fueron de campaña, y voló a Miami la noche electoral para clamar victoria.
La factura electoral
Con esos datos a su favor, la ex primera dama lucha con uñas y dientes para que se cuenten los delegados de esos estados, ya que podrían darle la victoria final. Una solución podría ser repetir las elecciones, pero ¿quién pagará la factura? Los gobiernos de ambos estados no tienen ninguna intención, ya lo hicieron una vez. El Partido Demócrata sólo tiene 3 millones de dólares en el banco, pero repetir las primarias sólo en Florida costaría 25.
Una solución más económica sería realizar ‘caucus’, pero dado que Obama triunfa con facilidad en ese formato, en el que participa mucha menos gente, Clinton se opondrá. A ella se sumarían los gobiernos de los estados, que ya advierten que unos ‘caucus’ no pueden sobreponerse al resultado de unas primarias, mucho más participativas.
El senador por Illinois propone que se repartan los delegados salomónicamente sin más procedimientos, pero Clinton cree que esas victorias le pertenecen. Al fin y al cabo ha demostrado ser imbatible entre los hispanos, lo que le daría Florida, y triunfar con los obreros, como los de la depauperada Michigan. La última propuesta era una votación por correo, todo un experimento que en Florida costaría entre 4 y 6 millones de dólares. Lo que ningún demócrata quiere es dejar cabreados a los votantes de ese estado, casi imprescindible para ganar la Casa Blanca.
Mientras, los republicanos se frotan las manos. En un año donde todo el mundo daba por seguro que les tocaría ceder el poder, los demócratas parecen destinados a autodestruirse.