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Opinion

Irak vuelve a la campaña

La guerra de Irak, que Bush dice estar ganando y ha arruinado su reputación política y estratégica, vuelve abiertamente al debate presidencial en los Estados Unidos tras haber sido dejada de lado por la neta baja de las pérdidas y el cansancio de los medios. Pero febrero confirmó un grave repunte de la violencia y el consiguiente incremento de las víctimas civiles, que pasaron de 700 muertos y volvieron así a los niveles de otoño pasado, mientras en un solo ataque morían cinco soldados norteamericanos lo que prefigura, con el tremendo atentado del jueves en el que murieron 70 personas, un mes trágico.

Enrique Vázquez
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Los militares norteamericanos, que son por decisión del presidente Bush los únicos cuyas recomendaciones seguirá el presidente sobre cantidad de tropas y calendario táctico, no creen que se trate todavía de un cambio de tendencia suficiente para poner fin a la calma relativa, pero Al Qaeda arremete ahora con mucha audacia y éxito contra los líderes sunníes que han optado por colaborar con los norteamericanos y parece mirar de reojo a la campaña electoral en los Estados Unidos.

Las bajas americanas se acercan rápidamente a las cuatro mil, y la controversia política se reaviva en la retaguardia tras la conquista por John McCain, un proguerra decidido, de la investidura republicana y el público se familiariza con el coste exorbitante del conflicto. Los economistas Joseph E. Stiglitiz y Linda Bilmes creen, en un libro de gran impacto, que la guerra devora 12.000 millones de dólares al mes.

Stiglitz, premio Nobel de Economía y ex economista jefe del Banco Mundial, pasa por ser el primer especialista mundial sobre el particular y sus revelaciones, realistas según otros testimonios, son atendibles e insoslayables cuando un ambiente de cuasi recesión se ha instalado en la economía norteamericana y, paradójicamente, la invasión de Iraq y la tensión geopolítica subsiguiente es juzgada como una de las razones del elevadísimo precio del petróleo. Hillary Clinton apoyó la guerra en su día y su programa de retirada de tropas incluye de hecho dejar allí un elevado número de soldados y guarniciones permanentes. Todo esto deberá ser sustanciado en las próximas semanas porque Iraq ha vuelta a la campaña.