FIESTA. Mucho ambiente el día del concierto y besamano de la cofradía de las Lágrimas.
Jerez

Fruto del fervor popular

La populosa asociación de Las Lágrimas ofreció en el Federico Mayo un concierto de música cofrade con el besamanos de sus imágenes

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Fiesta cofrade en la calle Eduardo Freyre con el besamanos de las imágenes que los mismos vecinos tienen. Se trata de una cofradía heterogénea, popular y artesanal. Bienvenida, que es una de las promotoras de la populosa hermandad, comenta que «todo lo que hacemos está hecho por nosotros. Aquí no encargamos nada. Las imágenes, la corona de la virgen, la túnica del señor Absolutamente todo lo que veas está hecho por nosotros», comenta con cierto orgullo.

Para celebrar que dentro de unos días sacarán su paso por las calles del barrio, se organizó un besamanos en la casa de Bienvenida. El cristo de las Lágrimas y la virgen de la Victoria lucían sus mejores galas, bajo una techumbre improvisada de lona y un estandarte en el que se podía leer Hermandad de las Lágrimas. En la calle, donde los vecinos se acercan con cierta curiosidad, se ha habilitado una pequeña barra donde se despachan bocadillos de filetes junto a cervezas y refrescos. «Hay que recoger fondos», comenta Bienvenida.

Para redondear la fiesta, una agrupación musical se ha acercado y está tocando delante del jardín de la casa donde está ubicado el besamanos del nazareno que lleva una cruz y la dolorosa que está a su vera. Se trata de la banda de cornetas y tambores de Santa Magdalena. «Nos comentaron que querían venir a tocarle a las imágenes, que sólo pedían un bocadillo a cambio de tocar un rato. Pero el día que saquemos el paso nos acompañará una banda de Sevilla», informa ahora Bienvenida.

Sin cura

El caso es que el cura del barrio no se ha acercado al lugar. «Tampoco lo echamos de menos -agrega la portavoz de la hermandad-, nosotros lo hacemos porque nos gusta y sobre todo porque es una forma de pasárnoslo bien. Tampoco hacemos daño a nadie».

Así que la fiesta cofradiera prosigue en la calle mientras queda el día grande en el que se haga estación de penitencia por el contorno del barrio.