Huelva se vuelca para acompañar a la familia de Mari Luz en un entierro presidido por el dolor
Un amigo de la familia y miembro de la Iglesia Evangélica se encarga del oficio religioso para despedir a la pequeña El alcalde resalta el comportamiento «generoso» de los vecinos
Actualizado:Miles de onubenses acudieron ayer al cementerio municipal de la ciudad para dar su último adiós a la pequeña Mari Luz Cortés, de cinco años y cuyo cuerpo apareció flotando en la ría después de 54 días desaparecida. La familia encargó una segunda autopsia para saber las causas de la muerte de la niña.
Desde primera hora de la mañana, todos se concentraron a la entrada del tanatorio, adonde acudieron para dar el pésame a la familia Cortés. Hasta allí acudieron incluso un grupo de alumnos del colegio diocesano en el que estudiaban la niña y su hermano, portando ramos de flores.
En medio de grandes muestras de emoción, un amigo de la familia y miembro también de la Iglesia Evangélica dio comienzo a una breve ceremonia religiosa, durante la que dirigió numerosos mensajes de apoyo a los padres. El sepelio terminó con un fuerte aplauso de todos los congregados.
Agradecimiento
Minutos después, el pequeño féretro blanco de Mari Luz salió del tanatorio municipal de Huelva en dirección al cementerio y fue llevado a hombros de familiares y amigos, mientras que otros conocidos formaron un cordón humano para evitar que todo el mundo se acercara a tocarlo. Delante iban dos coches fúnebres con numerosas coronas de flores enviadas por los onubenses. La comitiva se desplazó en medio de un impresionante silencio que sólo se rompió por los gritos de dolor de Irene Suárez, madre de la niña y que no se separó del ataúd en ningún momento. Al igual que los abuelos, tuvieron que ser atendidos por un equipo de médicos a causa de la tensión del momento.
El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, muy pendiente de la familia desde la desaparición de la niña, resaltó el comportamiento de los vecinos y de la ciudad, que «ha demostrado ser generosa».
Por otra parte, la investigación policial sigue su curso, ahora basada en los resultados obtenidos en la autopsia, sobre los que se ha decretado secreto de sumario, y las pistas que se hayan podido obtener en los rastreos que durante este fin de semana las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado han realizado en los aledaños del lugar en el que apareció el cadáver, la zona de petroleros del Puerto de Huelva.