Entereza en la familia
La hija mayor del último asesinado por la banda terrorista ETA, que demostró a lo largo de toda la marcha una gran entereza, portó durante todo el recorrido una foto de su padre, acompañaba a la viuda, visiblemente abatida en el momento en que volvieron a pisar el suelo donde cayó asesinado a tiros su marido.
Actualizado: Guardar El barrio de San Andrés donde vivía Carrasco estaba prácticamente desierto y durante el tiempo en que transcurrió la manifestación sólo se veía en las aceras a unos niños jugando al balón.
Tras dejar atrás el lugar del atentado, la marcha siguió recorriendo las calles céntricas del pueblo, y, al pasar por un bloque de viviendas donde habían colgado una pancarta en la que se reclamaba el traslado de los presos etarras al País Vasco, algunos de los asistentes profirieron gritos de «asesinos» e «hijos de puta», insultos que quedaron interrumpidos momentos después al ver fotos del asesinado, situación en que los asistentes aprovecharon para volver a corear gritos de «¿Isaías! ¿Carrasco!».
