IU busca un nuevo líder que la saque del pozo tras el peor resultado de su historia
IU busca un líder capaz de revitalizar su proyecto y sacarla del pozo en el que se encuentra tras cosechar el peor resultado de su historia, el 3,80% de los votos y dos diputados. A esa falta de representación se unirá una penuria económica sin precedentes: la coalición de izquierdas calcula que en la próxima legislatura sus ingresos disminuirán un 70%.
Actualizado:La renuncia del coordinador general, Gaspar Llamazares, que se hará efectiva en la Asamblea Federal de IU del próximo verano, desató ayer los rumores sobre quién será su sucesor al frente del partido. Fuentes de la dirección admitieron que «será difícil» encontrar a un dirigente de peso que quiera hacerse cargo de la jefatura «en un momento tan complicado».
La responsable de Relaciones Institucionales y alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, salió ayer como favorita en todas las quinielas, hasta que ella misma señaló que «en ningún caso» asumirá la dirección de IU. Como mucho, subrayó, participará en el debate del que debe salir el nuevo coordinador general, y sólo si las reflexiones se realizan en un ambiente de «unidad, cohesión y propuestas claras».
Líder de transición
La dirección de IU presume de tener banquillo para sustituir a Llamazares, pero teme a «los cuchillos» de algunos sectores de la coalición como el PCE, que se han dedicado en los últimos años a desgastar su liderazgo. Por eso, no descartan que el PCE intente imponer en la Asamblea a su dirigente valenciana Marga Sanz, que ya quiso arrebatarle a Llamazares el puesto de candidato a la Presidencia del Gobierno en unas primarias. Las fuentes consultadas no descartaron que la Asamblea nombre un «líder de transición» hasta que amaine la tormenta.
Sea quien sea, el nuevo jefe tendrá un problema añadido: cómo revitalizar un partido desde la ruina económica. Al bajar de cinco a dos diputados, IU perderá más de la mitad de los ingresos que percibía por sus representantes en el Congreso, más de 21.000 euros por diputado.
También se esfumará buena parte de las subvenciones por votos logrados -IU perdió más de 300.000- y por tener grupo parlamentario propio, además de privilegios como los pluses que percibía el portavoz, el coche oficial y algunas dietas. En total, se esfumará el 70% del dinero con que contaba hasta ahora, según fuentes de la coalición.