Sociedad

Europa se moviliza contra el cáncer colorrectal para evitar muertes

A pesar de ser curable si se detecta pronto, el cáncer colorrectal es el segundo más mortífero en Europa, donde supera los 400.000 nuevos casos al año (22.000 en España) y se lleva 212.000 vidas. Al menos la mitad son «muertes por ignorancia», alerta el oncólogo digestivo belga Eric Van Cutsem, que echa en falta una mayor conciencia ciudadana, política e incluso sanitaria sobre ese tumor «altamente prevenible y tratable».

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Para remediar ese déficit acaba de lanzarse en Bruselas el primer Mes Europeo de Concienciación sobre Cáncer Colorrectal, iniciativa de la asociación de pacientes Europacolon que cuenta con el apoyo del Parlamento Europeo y será refrendada esta semana con una Resolución de la Eurocámara. El objetivo es reducir hasta un 50% en 2020 los fallecimientos por ese tumor. Y los medios para alcanzarlo, dos: la sensibilización de la población y la generalización de programas de cribado a partir de los 50 años. Se trataría de realizar cada dos años el llamado test de sangre oculta en heces, al que, en caso de dar positivo, seguiría una colonoscopia.

Miedo y vergüenza

El mayor problema para combatir ese tumor es la ignorancia que resulta de sumar el temor a la enfermedad -«la gente huye de la palabra cáncer», apunta el eurodiputado británico Robert Sturdy-, el desconocimiento de los síntomas y el pudor para reconocerlos. De hecho, una encuesta a más de 20.000 europeos en 21 países desveló una peligrosa contradicción: el 70% se declaraba consciente de que el tumor colorrectal puede ser tratado fácilmente si se diagnostica pronto, pero el 66% confesaba que se sentiría «demasiado avergonzado para actuar» inmediatamente tras las primeras sospechas sobre sus síntomas.

Además, el conocimiento de éstos deja mucho que desear. Un 52% de las personas entrevistadas no pudo citar ni una sola de las «pistas» que pueden avisar de la enfermedad en sus fases iniciales: cambio persistente durante semanas en la función intestinal (estreñimiento o diarrea inexplicables y/o deposiciones muy oscuras); sangre en las heces (sin dolor, hinchazón ni picor); intensas e inexplicables molestias abdominales (dolor y/o hinchazón); gran fatiga sin motivo; falta de apetito y pérdida de peso; sensación de evacuación incompleta; fiebre y mareos.