La hora de la verdad
Los nacionalistas periféricos lo quieren todo. A pesar de que nuestro sistema electoral les premia con una sobre-representación a ellos les gustaría que el partido ganador no consiguiera la mayoría absoluta. Una situación perfecta. Partidos que en cualquier democracia europea no tendrían acceso al Parlamento aquí se convierten en los verdaderos dueños de la situación. La rebelión de las minorías. El imperio de los marginales.
Actualizado:La situación es tan grave desde el punto de vista democrático que lo de menos es cuál sea el partido ganador si este necesita hacer pactos de gobierno o parlamentarios con las minorías nacionalistas. España es, en ese sentido, un caso aparte. Diferente. La verdad es que nadie nos lo impuso. Fue una opción tomada en su día por todos. Había que compensar a los nacionalistas periféricos de un supuesto mal trato histórico.
Hace unos días Durán Lleida se lamentaba de la desconfianza de los españoles ante los partidos que juegan la función de bisagra. Se equivocaba al comparar con CiU a los pequeños partidos alemanes o italianos ya que, en el caso de aquellos, se trata de partidos de cobertura nacional con mentalidad nacional mientras CiU o el PNV son partidos nacionalistas con mentalidades nacionalistas. No tienen siquiera una vocación particularista o regional sino que tratan de escapar del sistema mismo.
La legislatura que va a comenzar ya va a plantearnos una prueba que excede con mucho las situaciones que hemos vivido en este último cuarto de siglo. Si el Estatuto catalán nos lleva a un Estado que tiene poco que ver con el autonómico, la experiencia que propone el PNV para octubre nos lleva a pensar en la independencia de Kosovo.
Para Ibarretxe, los vascos y las vascas decidirán acerca de la relación de su comunidad con el Estado. Tratan de saltar por encima de la voluntad nacional (la de todos los españoles) para encontrar su propio destino nacional. Ante este desafío estamos. El futuro ha llegado ya. Esta es la cuestión que va a plantearse tras las elecciones. A su lado los problemas de la cesta de la compra y las hipotecas tendrán la importancia correspondiente. Desde luego estos no van a ser los verdaderos problemas de los españoles como le ha gustado decir a Mariano Rajoy durante la campaña electoral...