Zapatero da prioridad al diálogo y Acebes apuesta por una política de centro
El secretario general del PP evitar concretar si el partido abrirá un proceso de renovación tras la derrota electoral
MADRIDActualizado:Día de balance en los partidos. La dirección del PSOE se ha reunido esta mañana en la sede de Ferraz para analizar los datos y dedicar un prologando aplauso a los ganadores de las elecciones: Rodríguez Zapatero en las generales y Manuel Chaves en las autonómicas.
Tras el primer análisis, ha sido el presidente del Gobierno el que ha comparecido ante la prensa. Se ha reconocido "muy contento" por la victoria, ha anunciado tiempos de diálogo y ha concretado los objetivos de la legislatura: impulsar la economía y avanzar en política social. En el PP no ha sido Rajoy el que ha comparecido sino Ángel Acebes, que no ha concretado si se abrirá un proceso de renovación en el partido.
Zapatero ha considerado prematuro hablar de posibles pactos puntuales o más estables con los diversos grupos parlamentarios, pero ha garantizado que durante la legislatura habrá diálogo con todas las formaciones parlamentarias. El presidente, satisfecho, ha reconocido que la victoria socialista de ayer es "suficiente, fuerte y sólida" para llevar adelante sus compromisos electorales. Y ha hecho especial hincapié en los resultados de Cataluña y País Vasco.
A cerca de la creación de un nuevo pacto antiterrorista, el jefe del Ejecutivo ha reconocido que "hay que esperar un poco y ver cómo son los primeros pasos por parte del Partido Popular", y ha subrayado que él defiende que la unidad de los demócratas frente al terrorismo es siempre muy positiva.
CiU concreta su táctica: "Esperar y ver"
En esta línea se ha manifestado el coordinador del programa electoral, Jesús Caldera, quien apuntaba -en declaraciones a TVE- que su partido tiene "una buena posición" para gobernar, aunque necesitará "acuerdos puntuales" con "unas y otras" fuerzas políticas para obtener la investidura e "ir gobernando". A su juicio, aún es demasiado pronto para decidir si una de esas fuerzas puede ser Convergencia i Unió (CiU).
De momento, este pacto no lo ve con muy buenos ojos el cabeza de lista de la federación catalana. Sin descartarlo de antemano, Josep Antoni Duran Lleida ha augurado que ésta será una legislatura "muy abierta", en la que el PSOE "ya no puede picotear por el centro y por la izquierda, porque no tiene alternativa de izquierdas". La táctica postelectoral de CiU será, según palabras de Duran Lleida, la de "wait and see" (esperar y ver), es decir, esperar "sin prisas" a que el PSOE "mueva ficha" si realmente quiere un acuerdo con CiU.
El futuro de Rajoy, en el aire
También ha hecho balance el Comité de Dirección del PP, en ausencia de su líder, Mariano Rajoy, aunque mañana se reunirá su Comité Ejecutivo Nacional. El partido deberá sacar conclusiones del porqué de estas dos derrotas consecutivas, a pesar de haber aumentado su presencia en el Parlamento. La pregunta que no ha querido contestar el secretario general, Ángel Acebes, es si seguirá Rajoy al frente de los populares ya que el tiene "muchos motivos para estar muy satisfecho del gran trabajo que ha hecho durante cuatro años".
El número dos del partido ha explicado que ante los "tiempos difíciles que vienen" para la economía y a nivel territorial, su partido será una "garantía de responsabilidad y de defensa del interés general" y ha destacado que representa "más que nunca la centralidad en España".
La visión del PP de este 9-M es que el partido ha sumado votos y escaños procedentes del "centro" y de socialistas mientras que el PSOE ha ganado con "nuevos votos, sobre todo de la izquierda más radical y más nacionalista". Al respecto, también se ha pronunciado el presidente del Gobierno en funciones, Rodríguez Zapatero que cree que Rajoy seguirá en su puesto pese a haber perdido las elecciones, y así lo ha expresado durante la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido, según diversas fuentes socialistas.
Un ex de IU hace balance del descalabro
Hay quien también ha encontrado ya los motivos del batacazo de Izquierda Unida. No ha sido otro que un antiguo digirente de la organización que todavía dirige Gaspar Llamazares: Diego López Garrido, que dio el salto de las filas comunistas a las socialistas, donde la pasada legislatura ejerció de portavoz parlamentario.
En declaraciones a RNE, Diego López Garrido ha explicado que IU ha sido "castigada" por un sistema electoral, que es fundamentalmente "desfavorable" para esta formación: "Me parece una injusticia en cuanto al reparto de escaños y votos". A su juicio, el resultado electoral ha dejado en evidencia "una concentración de votos en los dos grandes espacios de la derecha e izquierda" que ha provocado la "caída" de formaciones como IU y ERC.