Un mercenario británico implica a Reino Unido, EE UU y España en un golpe contra Obiang
Un tribunal de Londres determinará si se emite el vídeo con las declaraciones de Mann, preso en una cárcel guineana
Actualizado:Una entrevista a Simon Mann, el mercenario británico que supuestamente lideró el complot para derrocar al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, promete poner entre la espada y la pared a los gobiernos de Reino Unido, Estados Unidos y España. Su testimonio es, al parecer, tan sonado que el caso está en manos del Tribunal Superior de Justicia de Londres, que deberá determinar si es lícito que la cadena de televisión Channel 4 emita este vídeo, grabado hace dos semanas en la cárcel de Black Beach de Malabo.
Mann fue detenido en marzo de 2004 junto con otros 67 ex soldados en el aeropuerto de Harare (Zimbabue), donde su avión había aterrizado para repostar, procedente de Sudáfrica. Las autoridades de ese país que, al parecer, habían recibido un chivatazo de los servicios de espionaje sudafricanos, les acusaron de organizar un golpe de estado contra Obiang. Mann siempre ha sostenido que su aeroplano no se dirigía a Guinea Ecuatorial sino a la República Democrática del Congo, donde sus hombres iban a trabajar como guardias de seguridad de una mina.
Pendiente de juicio
El ex militar británico, de 55 años, fue encarcelado en Zimbabue y extraditado recientemente a Guinea Ecuatorial, donde las autoridades de ese país pretenden juzgarle esta semana. El Gobierno Obiang ha persuadido a Mann para que confiese quién estaba detrás del complot, asegurándole que esa información ayudará a su liberación. Aunque hasta ahora no ha podido probarse, supuestamente ayudaron a Mann su amigo sir Mark Thatcher, hijo de la ex primera ministra Margaret Thatcher, y Ely Calil, un controvertido hombre de negocios libanés con intereses en la industria del petróleo, que ha sido relacionado con el comisario de la Unión Europea, Peter Mandelson, ex ministro del Gobierno de Tony Blair.
La batalla legal para emitir la entrevista podría prolongarse, después de que el abogado de Ely Calil haya demandado a la cadena. Si el juez resuelve el caso hoy mismo, el vídeo podría ser emitido en el informativo de las 19.00 horas que dirige y presenta el periodista John Show. Si hasta ahora la grabación no había podido ser hecha pública es porque, curiosamente, la mujer del prisionero, Amanda, recurrió también al Tribunal Superior de Justicia de Londres para impedirlo. Su abogado retiró la petición el viernes, después de que dos hermanos de Simon Mann, que fueron a visitarle a Malabo, volvieran con una carta en la que él pedía que se emitiese su testimonio.
El Mail on Sunday publicó ayer en exclusiva fotografías de la entrevista entre el periodista de Channel 4 Jonathan Miller y Simon Mann, en la que se ve a éste sonriendo y en buen estado de salud, aunque esposado de manos y tobillos. No hay duda de que permitir la entrada de un medio de comunicación británico a la prisión es un golpe de efecto de Obiang, que gobierna desde 1979 Guinea Ecuatorial de forma dictatorial.