«Algún día tendré mi propia empresa»
«Soy patética en matemáticas, pero la economía siempre me ha interesado más que la moda»
Actualizado: GuardarSe convirtió en Miss España con sólo 17 años, pero cuatro días después, el pasado jueves, cumplió los 18. Se llama Patricia Yurena Rodríguez y ha pasado casi toda su vida en Charco del Pino, un pueblo, según ella, «superpueblerino» del sur de Tenerife. Canaria hasta la médula, Patricia hubiera jurado que a ella «nadie, jamás» la iba a sacar de su isla. Ya no está tan segura.
-¿Lo va asumiendo?
-Sí. Pensé que lo iba a llevar peor, por estar lejos de mi tierra, de mi gente... Pero todos los días tengo contacto con mi familia y no me siento lejos de ellos. Además, en la organización de Miss España me tratan muy bien.
-¿Yurena es su segundo nombre?
-Sí. Pero en casa me llaman Patricia. Aunque tengo amigas que me llaman Yure.
-Yurena es el nuevo nombre de la inefable Tamara. ¿La conoce?
-Me lo han dicho. No sabía que se había cambiado el nombre.
-Acaba de entrar en la mayoría de edad... ¿Se va a estrenar como votante?
-Pues, no... Si puedo pasar desapercibida, prefiero no votar. Es que a mí no me va la política, ni sabría a quién elegir.
-¿Este ha sido su primer concurso de belleza?
-No. Primero, me presenté en mi pueblo, con 14 años...
-¿Su pueblo es Granadilla de Abona?
-Ése es el municipio. Mi pueblo es Charco del Pino.
-¿Y cómo se llaman los de Charco?
-Charqueros. Es un pueblo del sur de Tenerife, cerca del Médano, una zona de surferos. Yo voy mucho a la playa, pero no me he criado en el ambiente del surf. En realidad nací en Santa Cruz de Tenerife, en el norte, y luego, cuando tenía tres años, nos trasladamos al sur. Mi pueblo es superpueblerino. Y nosotros, mis padres, mi hermano de doce años y yo, somos una familia cien por cien canaria.
-Y eso significa...
-Para mí es un orgullo ser canaria. Los de estas islas tenemos rasgos medio venezolanos, medio asiáticos... Y somos gente tranquila. Yo siempre he dicho que a mí nunca me iban a sacar de Tenerife. Pero ahora estoy aquí, en Madrid. En la vida, nunca se sabe.
-Sus padres parecen muy jóvenes.
-Mi padre tiene 43 años, y mi madre, 35.
-Casi podría presentarse ella a Miss España...
-Con la tensión que lleva, no creo. Mi madre pasó tantos nervios cuando fui elegida Miss Tenerife que al día siguiente estuvo ingresada unas horas en una clínica. Le dio como un pequeño ataque. Pero ella me apoya en todo esto.
-¿Qué le impulsó a presentarse a un concurso de belleza con 14 años?
-No fue un impulso. Era el concurso de la reina de las fiestas de mi pueblo y la comisión de fiestas vino a buscarme a mi casa.
-¿Era la guapa oficial de Charco del Pino?
-Ellos necesitaban candidatas y fueron a las que creían que se querían presentar. Yo en un principio dije que no. Me daba mucho miedo. Es que el mundo de la moda no está muy actualizado en el pueblo donde vivo y yo tampoco estaba muy enterada. Me gustaba más el deporte. Pero, al final, impulsada por la comisión de fiestas, me presenté y gané. A los dos años me presenté en el municipio y también salí elegida. Luego ya pasé a la provincia. Ser nombrada Miss Tenerife fue un subidón y allí sí quise enterarme de qué va este mundo. Es que la mayoría de las niñas venían de agencias de modelos. Y empecé a tomar clases de desfile, etc.
-¿Es buena estudiante?
-Estoy haciendo segundo de Bachillerato. Voy a intentar compaginar los estudios con esto. No soy de dieces, pero sí de ochos. Soy patética en matemáticas. Pero en el futuro me gustaría sacarme la carrera de Empresariales para tener algún día mi propia empresa, quizá de moda, ahora que he tomado contacto con este mundo. La teoría de la economía se me da muy bien. Siempre he querido ser empresaria.
-¿Ni modelo, ni actriz...?
-Si tengo oportunidad de ser modelo temporalmente, genial. Y también tomaré clases de interpretación para probar. Pero yo de niña nunca quise ser modelo ni actriz. Más bien, maestra, médico... Y desde hace algunos años, empresaria. Aunque antes pensaba elegir Bellas Artes.
-¿Le gusta pintar?
-Me encanta. A veces cuando estoy sola me pongo a dibujar. También me gusta leer. Las novelas ejemplares de Cervantes, como La Gitanilla, me han llegado mucho.
Amigos sí, novio no
-¿Tiene novio?
-Ni lo tengo ahora, ni lo he tenido. Bueno, antes, algo hubo por ahí... Pero ahora mismo estoy libre, y no tengo prisa. No soy enamoradiza.
-¿Le asusta la fama?
-Le tengo respeto a la prensa.
-¿Es de muchos amigos?
-De muchísimos. Soy hasta demasiado sociable. En Tenerife conozco gente en todos los pueblos. Y también en la Península tengo muchos contactos... Como vivo al lado de una zona de playa a la que va mucha gente de fuera, hago amigos de todas partes.
-Mide 1,79. ¿Alguna vez le ha pesado?
-Pues sí, en el colegio llegué a estar un poco acomplejada, porque veía a todos los niños más bajitos que yo. Pensaba: «Nunca voy a encontrar novio».
-¿Ser guapa puede ser un problema?
-Lo único malo es la envidia de algunas personas. Pero no hay que dejarse influir.
-¿Ha vivido con angustia las desapariciones de niños en Canarias?
-Claro que sí. Una de las niñas desaparecidas vivía cerca de donde yo vivo. He llegado a tener miedo. Sales de casa y no sabes si vas a volver. Lo ves en la tele y te impresiona.
-¿Qué imagen le gustaría proyectar?
-Me gustaría transmitir sobre todo simpatía y dejar a España en un puesto muy alto.