
Seis carreteras de la provincia acaparan la mitad de muertos por accidente en 2007
Las vías de la costa entre Vejer, Algeciras y Málaga sumaron 17 de los 63 fallecidos La mayoría de los siniestros se produjo por colisiones o salidas de la calzada
Actualizado: Guardar1.248 heridos leves. 316 heridos graves. 63 fallecidos. No se trata de las cifras de ningún desastre natural. Son las víctimas de accidentes de tráfico en carreteras interurbanas de la provincia de Cádiz durante 2007, que registraron un fallecido más que en 2006. De los 58 accidentes mortales que se produjeron, seis carreteras fueron escenarios preferentes, ya que acumularon casi la mitad de los decesos: 33 de los 63. Desde la Jefatura Provincial de Tráfico cerraron el año con un sabor agridulce: creen que aunque haya subido ligeramente el número de fallecidos, hay una tendencia a la disminución de accidentes y «una mayor conciencia social» contra los excesos al volante.
Cuatro de las seis carreteras con mayor número de fallecidos tienen algo en común: son vías convencionales con una gran densidad de tráfico en las que existe una intención clara y en algunas incluso un proyecto -en el caso de la N-443, ya concluido- para desdoblarlas. Son la N-340 entre Vejer y Algeciras (siete accidentes con 11 muertos); la A-384 entre Arcos y Antequera (seis accidentes y seis fallecidos); la N-IV Cádiz-Madrid (dos siniestros con tres fallecidos) y la mencionada N-443 entre Cádiz y Puerto Real (tres muertos en tres accidentes). Las otras dos vías con mayor siniestralidad son la autovía A-7 entre Algeciras y Málaga (seis decesos en seis sucesos) y la autopista de Sevilla AP-4 (cuatro fallecidos en tres accidentes).
A estas carreteras les siguen otras tres que registraron dos fallecidos en dos accidentes. Son la A-408 entre Puerto Real y Paterna, la A-405 entre Jimena y la A-7, y la A-390 entre Chiclana y Medina. Todas ellas carreteras convencionales de un solo carril por sentido y que conectan con otras vías de mayor capacidad.
Colisiones
Respecto a la tipología de los siniestros mortales, las colisiones entre vehículos acaparan 27 de los 58 accidentes, ocho de ellos con motocicletas o ciclomotores implicados. Las salidas de vía o las caídas de vehículos fueron la segunda modalidad más numerosa fueron, con 23, de las que 11 contaron con víctimas que viajaban a bordo de motos o ciclomotores. Ademas, ocho peatones fueron atropellados, la mayoría en carreteras cercanas a poblaciones.
Las cifras globales registran 1.248 siniestros con 316 heridos graves (106 menos que en 2006), 1.846 heridos leves (19 más) y 63 fallecidos (uno más).
Desde la Jefatura Provincial de Tráfico, su responsable, Luis Javier Herrero, recuerda que hay que ver el fenómeno de la siniestralidad vial desde «una perspectiva global». «Se está produciendo una disminución de accidentes, pese al incremento del parque de vehículos y de que existe más circulación», reflexiona. «Nuestro objetivo debe ser no tanto plantearnos objetivos concretos que se pueden ver cómo ayudar a modificar la conducta de los conductores. A mayor conciencia social, menos accidentes», detalla Herrero. «Y la tendencia es que bajen los siniestros», insiste.
Para conseguir el fin de la disminución de fallecidos, el jefe de Tráfico recuerda los grandes ejes de las políticas de seguridad vial: mejores infraestructuras, más medidas de protección y señalización y sobre todo, educar a los usuarios de la vía, no sólo los conductores. «Tenemos que convivir y compartir la carretera», resume.
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