El desconocimiento del chícharo
A mis 42 años he descubierto que soy un cateto... bueno ya lo sospechaba, pero fue en un campo de Conil donde se confirmó todo. A veces esto de ser periodista pues tiene sus ventajas. Iba a hacer un reportaje sobre los alcauciles. Si, ya sé que algún cachondo dirá que ya esta otra vez el gafa buscando el Pullitzer, pero yo lo que busco es mojar pan en salsa y allá fui.
Actualizado: GuardarPaco Vázquez, conileño, una de esas personas que quieren lo que hacen, cocinero reconvertido a frutero, me dijo que para que escribiera mejor el reportaje pues que fuera directamente a las fuentes...a una fuente de alcauciles, con chícharos y habas que nos preparó su madre, María Pérez, y que estaban, con perdón de la Junta de Cofradías, para dedicarles cinco quinarios y una novena.
María, que nos recibió en el campo a puerta de cocina, con su bambito y una sonrisa, que es el uniforme oficial de las grandes guisanderas, nos enseñó orgullosa una "sartená" de alcauciles, con chícharos y habas que habían estado al calor del fuego durante media mañana. Los había guisado con un poquito de aceite de Olvera, tres ajitos, un poquito de pimienta y su mijita de pan rallao: milagro en un campo de Conil y sin necesidad de ningún santo. Paco, sabedor de las debilidades del gafa, se había traido de El Colorado una telera de dos kilos para acompañar a aquel monumento en salsa. Me faltó poco para tocarle a la fuente de alcauciles la Marcha Real a la recogida.
Luego, una vez recogida la fuente de alcauciles, me llevó a ver la huerta donde su padre, Salvador Vázquez, cría los alcauciles, los chícharos y las habas y, por primera vez, el gafa cateto de 42 años, vió en riguroso directo la planta donde se crían los chicharitos.
Paco, que ha escrito ya dos libros sobre cocina tradicional conileña, dice que está preocupado con que se pierdan estos monumentos como los alcauciles con chícharos y habas y es verdad que hay cierto riesgo porque estoy seguro de que somos muchos los catetos que no hemos visto un chícharo en el campo y eso es grave.
Les aconsejo que, si tienen la oportunidad, vean un chícharo en el campo, qué encuentren a alguien que les enseñe que son las habichuelas pias y ya, puestos a pedir, que algún científico les enseñe a plantar papas porque uno no se siente igual antes que después de que María Pérez lo haya conviao a un guiso de alcauciles con chícharos y habas en un campo de Conil. Descubran que son unos catetos, es bueno para la salud...y malo para los Macdonal esos.
Ayer, mirando las fotos de Isaías Carrasco, el último asesinado por la Eta, me dio la impresión de que le gustaba el cachondeo, por eso escribo esta pamplina. Voy a votar.