Las cúpulas del PSE y de UGT velaron los restos mortales del ex concejal
Las cúpulas del Partido Socialista de Euskadi y de la Unión General de Trabajadores, así como la viuda y sus dos hijas, se dieron cita en el Ayuntamiento de Mondragón para velar durante la noche los restos mortales de Isaías Carrasco. La capilla ardiente quedó instalada en el consistorio a las 22.35 horas una vez realizada la autopsia en el Instituto Anatómico Forense. Una hora después llegó Mariano Rajoy junto con María San Gil. Lo que aprovechó Patxi López para dirigirse al líder del PP: «No queremos volver a escuchar al PP que traicionamos a las víctimas porque es muy injusto». Rajoy no respondió pero sí San Gil: «Eso no es así» dijo la dirigente popular del País Vasco..
Actualizado: GuardarBajo una lluvia pertinaz y en un ambiente gélido -apenas una veintena de vecinos se concentraron para recibir los restos- el ataúd fue descargado del coche fúnebre por los cuatros ediles socialistas de Mondragón y otros cuatro compañeros de partido y sindicato de la última víctima de ETA.
Unos pocos aplausos rompieron el silencio en la plaza consistorial, hasta entonces sólo disturbado por el ruido de los generadores de las unidades móviles de los numerosos periodistas congregados. Para entonces, en el balcón de la institución alguien había retirado una pancarta exigiendo el acercamiento de los presos terroristas.
En el salón de plenos del vetusto edificio del siglo XVIII quedó instalada instantes después la capilla ardiente. Entre los primeros en llegar estuvo el líder de los socialistas vascos Patxi López, rodeado de algunos de los políticos socialistas vascos más conocidos como Odón Elorza, Eduardo Madina o Jesús Egiguren. Arroparon a sus compañeros de Euskadi el secretario de organización del PSOE, José Blanco, y algunos diputados de las Cortes Generales como Antonio Hernando y Álvaro Cuesta.
Reunión
El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, tampoco faltó a la cita, acompañado de otros responsables del sindicato en la comunidad vasca. Una hora antes de que se instalara la capilla, varios familiares de Carrasco y compañeros de trabajo y militancia política se reunieron en el salón de plenos del ayuntamiento a la espera del féretro.