¿Nos mata la polución?
El último informe de Greenpeace relaciona la contaminación de las grandes industrias de la provincia con la mortalidad por cáncer; empresas y administración autonómica lo niegan
Actualizado: GuardarHay relación entre las altas tasas de mortalidad por cáncer, sobre todo en varones, de la provincia de Cádiz, y la contaminación industrial? Greenpeace, una de las mayores organizaciones ecologistas del mundo, e instalada en España desde hace 20 años cree que sí. Lo ha dicho en voz alta en su último informe, en el que señalan con nombres y apellidos a las que consideran son las industrias más contaminantes del país, entre ellas una cementera ubicada en Jerez y el conjunto de la industria petroquímica del Campo de Gibraltar. Sin embargo, la Consejería de Salud de la Junta asegura que no se puede probar una relación causa-efecto entre factores ambientales y mortalidad, y la Consejería de Medio Ambiente y las propias empresas acusadas insisten en que nunca han estado tan controladas por una legislación ambiental cada vez más estricta. ¿Alarmismo o negación de la realidad?
Raquel Ñeco vive en Puente Mayorga, una núcleo del municipio de San Roque situado a 20 metros del primer polígono industrial de Andalucía y el segundo de España, y que ha crecido en torno a la refinería de Cepsa, la más grande que tiene la compañía en España. La difícil convivencia con la veintena de empresas que se extienden por el suelo de hasta tres municipios le ha llevado a la militancia ecologista, dentro del grupo Verdemar-Ecologistas en Acción. «A diario tenemos que soportar la contaminación acústica, con ruidos de 103 decibelios en el interior de las viviendas [la normativa exige entre 40 y 50 decibelios]. Y los olores, que hacen irrespirable el aire y nos producen fatiga, lagrimeo y un regusto metálico en la boca», relata. «Estos efectos no se pueden detectar con la red de vigilancia de las emisiones», asegura la ecologista.
Ñeco está convencida de que la industria produce contaminantes «muy agresivos», aunque la Administración lo niegue, y que tienen un efecto nocivo sobre la salud. «Existen estudios de la Universidad Pompeu Fabra y del Instituto de Salud Carlos III que relacionan los altos índices de contaminación con el cáncer y las muertes prematuras», continúa, al tiempo que pide estudios epidemiológicos «más exhaustivos» que los realizados por la Consejería de Salud.
«Aquí tenemos una población de 2.000 personas y los sondeos de Salud se han hecho sobre muestras muy pequeñas. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas pide que se hagan sobre el 100 por cien de la gente, y eso lleva tiempo», explica.
Desde la Consejería de Salud se responde que las causas de mortalidad en Huelva, Cádiz y Sevilla «se corresponden con las del resto de España y de los países europeos más desarrollados». La Consejería he realizado cinco estudios en la provincia gaditana sobre factores que pueden influir en la salud de los habitantes y «ninguno ha permitido determinar una condición causa-efecto entre las condiciones medioambientales y la mortalidad».
Sin embargo, las cifras del Ministerio de Sanidad arrojan algunos datos preocupantes. El informe de 2006 La situación del cáncer en España refleja que Cádiz es la provincia española con mayor incidencia de tumores en hombres y la única 1,3 puntos por encima de la tasa española. Cádiz es con diferencia además la provincia con mayor incidencia del cáncer de pulmón y vejiga en hombres. Sanidad atribuye al tabaco el 80-90% de los casos de cáncer de pulmón en hombres pero cita «el arsénico, el asbesto y los hidrocarburos», consustanciales a la industria petroquímica, como los causantes del 18% de los casos en hombres.
Los tumores fueron la segunda causa de muerte en la provincia en 2006, según las cifras del INE, con 2.195 fallecidos, 454 de ellos por cáncer de pulmón, y sólo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio (2.836).
Desde Greenpeace, Julio Barea, un de los responsables de la campaña contra la contaminación, hace hincapié en estas cifras. «Los estudios muestran que la mortandad por cáncer en Huelva, Cádiz y Sevilla está entre las mayores de España. Aparte de Sevilla, que cuenta con hospitales de referencia en temas de cáncer, coincide con las dos zonas con grandes polos industriales químicos y del petróleo», señaló. Según Greenpeace, estas tres provincias han provocado que Andalucía cuente con unas tasas de cáncer en hombres, superiores a los de la media española y europea -ver gráfico-.
Para Greenpeace los efectos tóxicos y sobre el medio ambiente de los contaminantes que las industrias emiten a la atmósfera «es muy variado pero está documentada la relación de algunas enfermedades, como algunos tipos de cáncer, con factores ambientales». Entre esos contaminantes se encuentran los metales pesados -arsénico, cromo cadmio, mercurio, plomo- , las partículas del aire -sobre todo provinientes del dióxido de carbono- y los hidrocarburos derivados del petroleo.
Más controles
Frente a estas acusaciones, las empresas implicadas responden con argumentos sólidos. La única empresa de la provincia situada fuera del Campo de Gibraltar citada por Greenpeace en su informe es la cementera que tiene la multinacional Holcim en Jerez. Los ecologistas aseguran que muchas cementeras están recurriendo a la incineración de residuos, una práctica «mucho más contaminante que la actividad habitual de las cementeras».
Álvaro Rodríguez, portavoz de Holcim en España, niega las acusaciones de Greenpeace y asegura de que están «muy sorprendidos» por la inclusión de su fábrica en el informe. «Nosotros no incineramos, sino que utilizamos un proceso de valorización energética que no produce residuos ni escorias peligrosas. El uso de combustibles alternativos al carbón no empeora las emisiones», explica Rodríguez.
Por su parte, el portavoz de la refinería de Cepsa en el Campo de Gibraltar, Javier Rosado, aclara que el control de las emisiones tanto al aire como al agua es continuo y directo por la Junta. «Hemos reducido las emisiones de dióxido de azufre un 40% en seis años e invertido 140 millones de euros para reducir nuestras emisiones, Cumplimos con la normativa ambiental más estricta del sureste de Europa», resume.
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