VECINDAD. Un grupo de niños de Morales de Toro sostiene un letrero de repudia hacia el asesinato durante las manifetación del alcalde de la localidad.
ESPAÑA

«No tenía miedo a ETA»

La localidad natural de los padres del fallecido y que él visitaba a menudo, Morales de Toro, decreta tres días de luto por «un hijo del pueblo que era bueno y alegre»

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«N O tenía miedo a ETA». Así de rotundo se mostraba ayer Juan Antonio Ca- rrasco, uno de los primos que Isaías Carrasco conservaba en el municipio de Morales de Toro, del que eran naturales sus padres. Aunque muchos vecinos le conocían, algunos tardaron tiempo en darse cuenta de que la última víctima de ETA era Isaías Carrasco porque «todos le llamábamos por el apodo de su padre, 'Carracachú' o 'Carraca' y además en la foto de la tele aparece muy cambiado; había engordado bastante». Pero sin duda, una de las frases más repetidas ayer en Morales de Toro es que el fallecido «era una persona muy buena y muy alegre; nadie merece morir así».

Aunque el fallecido había nacido en Mondragón, su hermana Mercedes y sus padres eran naturales de Morales de Toro, pueblo que la familia decidió abandonar para forjarse un mejor futuro en el País Vasco. Aunque como explicaron algunos vecinos, «se sentía muy vasco», el fallecido no faltaba a la cita con las fiestas de Morales de Toro, que se celebran en agosto, porque «le gustaban mucho los toros y reunirse con sus amigos para ir de cena a las bodegas. E incluso llegó a formar parte de la antigua peña 'El Bloque'».

En los últimos años, después de contraer matrimonio, las visitas de Carrasco a Morales de Toro se habían espaciado, pero «si podía venía para disfrutar de las fiestas» siempre en compañía de grandes amigos como 'Puchi' o 'Pachón'.

Además de un nutrido grupo de amigos, algunos familiares directos del fallecido todavía residen en la localidad moralina. Este es el caso de María Rosa Carrasco, tía del ex concejal que ayer no podía ocultar su inmensa tristeza, no solo por la trágica muerte de un ser querido, sino por la forma en que la banda ETA acabó ayer con la vida de su sobrino. «Llevaba la política en la sangre porque su abuelo también había defendido las ideas socialistas, y eso le ha costado la vida», explicaba con lágrimas en los ojos.

Otra de las tías del fallecido, Indalecia Pérez Carrasco, aseguró que «cuando venía solo al pueblo se acercaba a mi casa y me decía: 'tía prepárame algo de comida', y yo le preparaba unos huevos y le sacaba el chorizo y ya estaba la comida preparada».

Viajes

Familiares y vecinos explicaron que en alguna ocasión, durante su etapa de concejal, el fallecido había viajado a Morales de Toro en compañía de un escolta.

Enrique del Teso, ex concejal socialista en Morales de Toro, conoció la noticia a través de un amigo de la infancia que trabaja en el País Vasco como secretario del alcalde de Eibar y que el jueves por la mañana había coincidido con Isaías Carrasco en un acto en el que miembros del PSOE habían repartido rosas en Mondragón. Visiblemente emocionado, Del Teso destacó que «era muy campechano y participaba en todo en las fiestas, en el campeonato de tute, de mus..., se sentía uno más del pueblo».

El alcalde de Morales de Toro, el socialista Luis Segovia, ha decretado tres días de luto oficial en los que las banderas ondearán a media asta, al igual que en el Ayuntamiento de Zamora. Segovia subrayó que la noticia de la muerte de Isaías Carrasco ha provocado entre los vecinos «una gran consternación, era un hijo más del pueblo».

La última vez

Recordó que la última vez que mantuvo una conversación con el fallecido le preguntó sobre la situación en el País Vasco y «me dijo que era complicada, que había mucha tensión y automaticamente solía decir, vamos a dejar de hablar de esto porque estamos aquí de vacaciones».

Segovia, que aseveró que «los terroristas no doblegarán a los que aman la libertad porque es preferible morir de pie que vivir arrodillado», presidió anoche un pleno extraordinario de condena del atentado al que asistió el delegado del Gobierno en Castilla y León, el zamorano Miguel Alejo, así como las autoridades provinciales y el obispo, Gregorio Martínez Sacristán, quien tras el pleno y después de que medio millar de vecinos se sumaran a una concentración silenciosa, rezó un responso por el eterno descanso de Isaías Carrasco. Gregorio Martínez condenó el atentado «por la pérdida de una vida y por el golpe asestado una vez más a la convivencia democrática en España».

Durante la concentración, cinco niños del pueblo mostraron una pancarta en la que se leía: «Morales de Toro no quiere al terrorismo. Cada vecino era un amigo de Isaías Carrasco y su sangre derramada son lágrimas de un pueblo que te amaba».

Los partidos políticos de la provincia decidieron suspender los actos de cierre de la campaña electoral, mientras que el Ayuntamiento de Zamora se suma a la convocatoria de la FEMP de una concentración silenciosa el lunes, a las 12.00, en la Plaza Mayor.