Garzón considera inhumano perseguir a dos islamistas «destruidos por Guantánamo»
Ambos fueron detenidos en Afganistán por tropas de EE UU y han estado presos desde el año 2002
Actualizado: GuardarEl juez Baltasar Garzón retiró ayer las acusaciones por pertenencia a organización terrorista que dirigía contra dos miembros de la red española de Al Qaeda porque los informes médicos demuestran que los cinco años que han estado encerrados en cárceles ilegales y en la base de Guantánamo han destruido su salud mental.
El magistrado anuló ayer el procesamiento dictado el 26 de diciembre de 2003 contra Jamiel Abdellatif al Banna, Abú Anas, y Omar Deghayes, y deja sin efecto las órdenes europeas de detención y entrega inmediata que contra ellos remitió a las autoridades británicas -país donde residen- el pasado 19 de diciembre. El juez Garzón señala en el documento que renuncia a continuar el procedimiento penal porque cree que el enjuiciamiento de los dos islamistas sería imposible por «inhumano».
El instructor de la Audiencia Nacional deja claro en el escrito que hay «indicios racionales suficientes» para demostrar que los dos islamistas formaron parte de la célula española de Al Qaeda, liderada por Abú Dahdah, entre 1999 y 2001. Ambos se implicaron en sus actividades de adoctrinamiento, acogida de 'muyahidines' y envío de nuevos combatientes a campos de entrenamiento de Afganistán, Bosnia, Chechenia e Indonesia. Por este motivo, el magistrado deja claro que tanto su actual procesamiento como su persecución internacional estaban justificadas.
Procedimiento
Baltasar Garzón explica que el hecho que ha desvirtuado la lógica judicial es ajeno a este procedimiento. La razón es la detención en 2002 en Afganistán de ambos islamistas por las tropas norteamericanas y su encierro ilegal y sucesivo en «condiciones inhumanas» en prisiones clandestinas de Pakistán, Afganistán, Gambia y Guantánamo (Cuba). Estos encarcelamientos, durante los que han sufrido «malos tratos, torturas y tratos degradantes», han causado un «deterioro de su salud mental».
Los informes señalan que Abú Anás sufre trastorno postraumático y depresión severa, diabetes, hipertensión, dolor lumbar y artrosis en muñecas y rodillas y obstrucción nasal.
El caso de Deghayes es peor. Tiene trastorno postraumático, una depresión profunda, ceguera del ojo derecho, fractura del hueso nasal, y rotura del dedo índice derecho.