El juez del caso Odyssey exige a las partes «que se pongan de acuerdo o intervendrá»
Mientras que el abogado de la empresa estadounidense dice que ha remitido a España la documentación solicitada, el representante del Gobierno español lo niega El Ministerio de Cultura reitera que no autorizó ningún trabajo arqueológico
Actualizado:El juez estadounidense encargado del caso que enfrenta al Gobierno español con la compañía estadounidense cazatesoros Odyssey Marine Exploration ha emplazado a las partes a resolver sus diferencias antes de hoy o, de lo contrario, se verá obligado a adoptar él mismo una decisión.
En una vista celebrada el pasado miércoles en Tampa, Florida, los abogados que representan a las dos partes volvieron a evidenciar sus diferencias ante el magistrado Mark Pizzo.
Mientras el abogado de Odyssey, Allen Von Spiegelfeld, sostuvo que la empresa ha remitido a España toda la información de la que dispone sobre el barco, como ordenó en su día el juez, el letrado que representa al Ejecutivo español, James Goold, aseguró que la empresa «aún no ha facilitado información crítica» sobre el pecio.
Antecedentes
La justicia de Florida ordenó en enero pasado a Odyssey que proporcionara al Gobierno español, en el plazo de 14 días, la localización exacta del pecio del que la empresa recuperó medio millón de monedas de plata y oro, valoradas en más de 300 millones de euros, así como la identificación del barco y otros datos sobre el tesoro hallado.
La compañía asegura que desconoce el nombre o la nacionalidad del buque y afirma estar dispuesta a proporcionar al Ejecutivo español vídeos y fotografías sobre el lugar donde se encuentra el pecio una vez que se le garantice la protección de sus derechos sobre el yacimiento.
España sospecha que el pecio que encontró Odyssey , al que bautizó Cisne Negro, procede de un buque español de la era colonial hundido frente a las costas del Algarve aunque tampoco descarta que la compañía recuperara ese tesoro o parte de él de aguas jurisdiccionales españolas.
El Ministerio de Cultura subraya que no ha autorizado actividad arqueológica alguna ni sobre aguas jurisdiccionales españolas ni sobre pecios españoles y asegura que la única autorización de la que disponía Odyssey se limitaba a que intentar localizar un buque de guerra de pabellón inglés hundido en aguas del estrecho de Gibraltar en el siglo XVII.
Sin autorización oficial
En la citada autorización se establecía que en caso de hallazgo de cualquier otro yacimiento arqueológico subacuático, se debería notificar al Ministerio de Educación y Cultura y que en ningún caso se procedería a la extracción de materiales arqueológicos, ya que lo que se estaba autorizando era la exploración, investigación o estudio de datos arqueológicos.
El 18 de mayo de 2007 la empresa norteamericana, que había estado trabajando en aguas del Estrecho y del Atlántico, anunció que había transportado un cargamento de monedas a Estados Unidos de un pecio hallado al que había bautizado como Cisne Negro. La empresa se negó a otorgar ningún tipo de información sobre la identidad del pecio o pecios objeto de esa extracción o sobre la localización exacta en la que se había producido la operación. El único dato que dio fue que el hallazgo no se había realizado en aguas jurisdiccionales de ningún país.