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Un simulacro en toda regla
Hacienda y los edificios anexos se desalojan en tiempo récord por un falso aviso de bomba
Actualizado: GuardarNo era más que un simulacro para comprobar la eficacia de los dispositivos de emergencias y analizar los posibles fallos en el desalojo de edificios públicos. Eso, y no algo más grave, fue lo que ocurrió ayer, apenas un par de minutos antes de las doce de la mañana, en la sede de la delegación de Hacienda en pleno centro de Chiclana, cuando una llamada advertía de la supuesta colocación de una bomba que amenazaba con hacer explosión un cuarto de hora después.
En apenas unos minutos el edificio entero, más los locales comerciales de buena parte de las calles Ayala, Arroyuelo y Plaza eran desalojados por el supuesto peligro para sus ocupantes, y las calles anexas eran acordonadas por la Guardia Civil para evitar daños personales.
Todo se trataba de un simulacro planteado desde el Ministerio de Economía para comprobar la eficacia de sus sistemas y analizar lo que podría ocurrir en una situación de peligro real. Se da la circunstancia de que ni siquiera los agentes que acudieron al aviso y que activaron el protocolo de emergencias en estos casos estaban al corriente de unas maniobras que sólo se conocían con algo más de detalle en la Subdelegación del Gobierno y entre el alto mando de la Guardia Civil.
El susto era enorme para muchos chiclaneros. Caras de estupor, sorpresa, e incluso de indignación por un nuevo sobresalto inesperado, tras varias semanas de contínuos delitos . Muchos comerciantes cerraron sus negocios por miedo.
Apenas una hora después de que se diera por concluido de forma oficial el ejercicio todos los ciudadanos pudieron volver a sus trabajos y ocupaciones diarias.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno aseguraron a este medio que este programa de simulacros no cuentan con fecha ni hora definidos con anterioridad, y que se ponen en marcha para «ensayar en circunstancias lo más reales posibles las situaciones límites que pudieran producirse». Máxime, teniendo en cuenta que Interior mantiene activado el nivel 3 de seguridad y la alerta máxima entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, este ejercicio resultó de gran ayuda para conocer la eficacia en la respuesta inmediata a un hipotético atentado terrorista.
Lo malo es que a muchos chiclaneros el susto de la supuesta amenaza de bomba no se lo ha quitado aún nadie del cuerpo.