Opinion

Ciclo a dos

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a posibilidad de que tanto el PSOE como el PP incrementen en votos y escaños la representatividad que obtuvieron en 2004 no sólo es una hipótesis razonable como efecto del protagonismo acaparado por los dos candidatos que pueden aspirar a la presidencia del gobierno. Además, el objetivo de erosionar a los partidos menores forma parte de la estrategia de ambos, aunque de manera desigual. Porque si bien el PP cuenta como posibles nuevos votos a electores provenientes del PA e incluso de CiU, son los socialistas los que no disimulan a la hora de recabar el favor ciudadano en detrimento de siglas aliadas que les han permitido transitar por la legislatura. La advertencia de Carme Chacón, de que un diputado más o menos de CiU, ERC o ICV «no significa nada», a diferencia de lo que podría representar uno más del PP, lo dice todo.