Rajoy ofrece un Gobierno como el de 1996 y la política económica de Rato
El líder popular elude las críticas al nuevo Estatuto en Cataluña y solicita el apoyo de todos los votantes de CiU
Actualizado:Mariano Rajoy presenta en estas elecciones el aval de la gestión económica que hizo el Gobierno de José María Aznar con Rodrigo Rato como vicepresidente y asume el compromiso de resolver los actuales problemas económicos como hizo el PP en 1996. Es la economía la divisa del candidato del partido opositor en los últimos días de su campaña y por eso, en Cataluña, se dejó acompañar por el ex gerente del Fondo Monetario Internacional y reivindicó más que nunca el primer ejecutivo popular como ejemplo de seguridad y eficacia frente a «la pesadilla» de los cuatro años de Zapatero.
Por primera vez en la campaña electoral, Rato acudió a un acto público de Rajoy, aunque ya se había dejado ver en actividades del PP Madrid y Alicante. Por incompatibilidad con su actual cargo en un banco privado de inversiones no ha intervenido en ninguna ocasión y tampoco lo hizo ayer en Barcelona, pero se dejó fotografiar con el candidato y siguió su mitin en primera fila.
El presidente del PP explicó la presencia de Aznar y Rato en su campaña por motivos sentimentales, dijo en RNE que le gusta su compañía «en este momento singular» y recordó que con ambos ha compartido «muchos años de vida política». Pero su discurso en la recta final del periodo electoral deja muy a las claras un segundo significado estratégico de la maniobra que tiene un profundo calado político. Rajoy quiere que los españoles le identifiquen con los gobiernos que, a partir de 1996, fueron capaces de superar la crisis de los ochenta, cumplir los compromisos de Maastricht para que España participara del euro y acometieron reformas económicas con Rodrigo Rato al frente.
Vivir mejor
«Si vives mejor que hace cuatro años, te entiendo», dijo a sus seguidores en Barcelona ante el ex gerente del FMI. «Si no vives mejor y tienes dudas sobre el futuro económico cambia, atrévete a cambiar porque yo voy a hacer una política económica como la que hizo Rato», añadió.
Rajoy pisa el acelerador de la denuncia de los problemas económicos de los ciudadanos y desnuda de ideología su propuesta política para ofrecer pura gestión a los electores. Eso es lo que hizo en sus actos públicos en Girona y Barcelona este miércoles donde insistió, más que nunca, en que en estos comicios los españoles deben hacer un balance sobre su vida de los últimos años con el PSOE en el poder para optar por un Gobierno previsible que dé seguridad. «No es cuestión de derechas ni de izquierdas, sino de competencia o incompetencia», añadió, y lo repitió muchas veces.
El líder del partido opositor busca así en el «voto de aluvión del PSOE en 2004» los apoyos que necesita para lograr el éxito electoral. En la recta final, con los sondeos en su contra, dijo a los suyos que hará como el campeón mundial de motociclismo, Ángel Nieto, y ganará las elecciones «en la última curva de la última carrera».
Ayer, en Girona, se dirigió también a los votantes de Convergencia i Unió que habitualmente optan por la papeleta del partido nacionalista en comicios municipales y autonómicos, pero que pueden coincidir con los populares en las generales. Es la llamada al voto útil del centro derecha catalán al que recurre siempre el PP en las generales aunque, como en esta legislatura, haya mantenido muy serias discrepancias con los nacionalistas.
No es de extrañar que, para cautivar a este segmento de la población, no mencionara ni en una sola ocasión el Estatuto de Cataluña que tanto combatió el PP durante su elaboración, al que dedicó una campaña de rechazo específica cuando fue aprobado y contra el que tiene presentado un recurso ante el Constitucional. También intentó una reconciliación con la sociedad y el empresariado catalán. «Voy a cumplir con Cataluña, sé que hay gente que no está de acuerdo conmigo pero saben que soy una persona de fiar», afirmó. Pero no renunció a la defensa, sin complejos, de una España «nación de ciudadanos libres e iguales»; el Plan Hidrológico Nacional y el derecho de los padres a elegir la lengua vehicular.