Los artistas preguntan a sus compañeros

No siempre son los periodistas los que están ansiosos por preguntar en las comparecencias que están protagonizando los artistas en el Festival de Jerez. Lo cierto es que en las tertulias-aperitivos diarios de la bodega de San Ginés muchas veces los aficionados son los que llevan la voz cantante en los debates mientras los plumillas callan y observan. Ayer fue la jerezana María del Mar Moreno la que rompió el hielo cuando Rosalía Gómez le dio la palabra al público y quiso saber más detalles del espectáculo de su compañero de profesión Israel Galván.

Moreno se interesó ayer por la evolución personal y artística del joven bailaor, por el «cambio profundo que ha experimentado tu baile» hasta llegar a la obra El final de este estado de cosas y se confesó gran admiradora y seguidora de la carrera de Galván. La jerezana se dirigió además al coreógrafo, con mucho cariño y curiosidad con lo que demostró que en la familia de los flamencos -además de las posibles y lógicas rencillas que hay en cualquier familia- hay admiración, respeto, compañerismo y deseos sanos de aprender unos de otros. Prueba de ello también son las constantes colaboraciones e invitaciones que se brindan las compañías artísticas entre sí para sus espectáculos con lo que se dan la oportunidad de cambiar de registros y aportar su valía a proyectos ajenos.

Como anécdota no hay que dejar de contar que los artistas y personal de la organización del Festival de Jerez tuvieron ayer que bregar un poco con el sonido y es que los micrófonos se rebelaron emitiendo ruidos sin que nadie los provocara. No es la primera vez que sucede algún imprevisto de este tipo que, afortunadamente, se soluciona inmediatamente. En general, la tertulia estuvo animada ayer, quizás por la abundante afluencia de un público al que no hay quien canse a pesar de haber agotado ya más de tres cuartas partes del Festival de 2008.