TRABAJOS. Los operarios ya están trabajando en la península artificial construida frente a El Corte Inglés. / FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Fomento eliminará el tramo móvil del segundo puente porque dificulta introducir el tranvía eléctrico

La decisión definitiva tendrá que ser ratificada por el Gobierno que salga tras las elecciones del 9 de marzo Sólo Navantia quiere que se construya esta plataforma, con un coste de 24 millones de euros y de la que aún no se ha finalizado el estudio de impacto ambiental que supone el dragado de la canal

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Una de las aportaciones estrella del Ministerio de Fomento de Magdalena Álvarez al proyecto del segundo puente, el tramo móvil, desaparecerá de la obra del nuevo acceso, en construcción desde abril del año pasado. Según ha podido conocer LA VOZ, la introducción de la plataforma tranviaria en el segundo puente, pactada entre Fomento y la Junta, descarta el tramo móvil, el cual dificulta, aunque no imposibilita, la introducción del tranvía. Según fuentes consultadas, «sería difícil compatibilizar el cableado eléctrico del tranvía con un tramo del puente que se abre».

Aún así, la decisión definitiva tendrá que ser ratifica por el Gobierno que salga tras las elecciones del próximo domingo y por el nuevo titular de Fomento, pero la disyuntiva ya se encuentra sobre la mesa de los responsables de la obra, en última instancia la Dirección General de Carreteras y la propia Secretaría General de Infraestructuras. Se trata de una decisión de mucho calado: el tramo móvil significa una inversión de 24 millones de euros, una cifra cercana al 10% del presupuesto total de la obra, adjudicada en 270 millones, y fue una de las condiciones exigidas por la industria naval de la Bahía (Navantia) para dar su visto bueno al proyecto.

La razón de ser del tramo móvil es permitir el paso de barcos o plataformas de un altura superior a los 69 metros, la máxima que permitirá el puente, a las zonas de la Cabezuela y la Carraca. Todo ello, pese a que esta circunstancia obliga a la construcción de una nueva canal de navegación -que de momento no se construirá, ya que ni siquiera está finalizado el estudio de impacto ambiental- y que nunca se han construido barcos de esta envergadura en la Bahía.

Hay que recordar que el gálibo de 69 metros es uno de los más altos del mundo para un puente sobre aguas navegables.

El ingeniero autor del proyecto, Javier Manterola, nunca ocultó que el tramo móvil fue un añadido impuesto por Fomento y la parte que menos satisfacciones le dio del diseño. Cuenta con un tablero con dos tramos de 172,5 metros cada uno capaces de alzarse 90 grados, con una luz -distancia entre las pilas más próximas- de 185 metros. La intención de Fomento era construirlo, pero sin incorporar la maquinaria necesaria, ya que era posible que nunca fuera necesario utilizarla, y su mantenimiento es incluso más caro que la propia instalación. Además, desde el Ministerio tampoco se puso fecha al proyecto de la canal de navegación.

Todas las ventajas aducidas por el departamento de Magdalena Álvarez para incorporar esta infraestructura podrían ahora quedar superadas por un interés mayor: el de la plataforma tranviaria. LA VOZ ha podido saber que la inclusión del tranvía dificultaría la construcción de la parte móvil, aunque no la haría imposible. A la espera de que la Junta presente el proyecto de la plataforma tranviaria, que el Ministerio ya se ha comprometido a ejecutar dentro de los trabajos del puente, la primera damnificada ha sido la parte de la obra de la orilla de Cádiz.

Hasta que no se decida cómo se conectará el tranvía a la salida del puente, la ejecución del tramo más cercano a El Corte Inglés también está en el aire. Es decir, dependiendo del diseño final de la plataforma del tranvía, Fomento deberá decidir si amplia -o no- la anchura del tablero, lo que conllevaría modificaciones en la cimentación del estribo y de las pilas más cercanas a la orilla de Cádiz. De momento, y para no parar las obras, la concesionaria de la obra -la UTE de Dragados y Drace- ha empezado a ejecutar los pilotes definidos en el proyecto para el estribo y las pilas, de forma que lo ejecutado sea totalmente aprovechable si se producen cambios. Esto permitiría añadir algún pilote adicional si fuera necesario. De hecho, desde hace algunos días, los operarios ocupan la península artificial creada frente a El Corte Inglés para albergar los trabajos de lado de Cádiz y ya son visible la maquinaria necesaria y el esqueleto de metal de los primeros pilotes.