Olga
El debate lo perdió Olga Viza. Ya tiene mérito. Como cuando un partido de fútbol lo pierde el árbitro, algo que sólo ocurre cuando se significa excesivamente, es decir, porque lo ha hecho muy mal. Y del mismo modo, Olga Viza lo hizo mal en el segundo Rajoy-Zapatero. Es interesante, porque quienes buscaban defectos en el modelo de debate planteado por la Academia atendían a la notoria orientación socialista de Campo Vidal y dejaban aparte a Olga Viza, a la que se presumía más neutral. Sin embargo, Campo Vidal lo hizo razonablemente bien, mientras que Olga cometió un muy grave error que vio todo el mundo: la moderadora dejó que Zapatero interrumpiera permanentemente a Rajoy, viciando el debate con una vulneración permanente de las reglas. Y si Olga cometió ese error no fue por una orientación política, sino porque no estuvo a la altura. Es como cuando se recusa a un árbitro por el colegio al que pertenece. Al final, lo que hace a un árbitro recusable no es su procedencia, sino su impericia. Pues bien, aquí ha ocurrido lo mismo: lo que ha hecho de Campo Vidal un buen árbitro y de Olga Viza una mala juez no ha sido el color, sino el valor.
Actualizado:No creo que el error de Olga fuera deliberado. En el primer debate, Zapatero también interrumpió alguna vez a Rajoy, pero el árbitro aplicó la ley de ventaja, quizá pensando que interrumpir a Rajoy dos veces (una, ZP; la otra, el moderador, para poner orden) sería todavía peor, y fue una buena opción. Quizás Olga Viza pensó este lunes que podría aplicar el mismo criterio, pero las interrupciones de Zapatero fueron tantas y tan reiteradas que aquello ya no podía tomarse por una infracción ocasional, sino que era evidente que se trataba de una estrategia premeditada, y la moderadora debía haberlo visto al instante. Tras el descanso, Rajoy salió dispuesto a aplicar el mismo recurso, pero entonces se encontró con que el árbitro ya había decidido aplicar el reglamento. La pregunta es por qué Olga Viza no lo aplicó con la misma contundencia en la primera parte. Probablemente porque no se atrevió y no tuvo arrestos para callar al presidente. La próxima vez, deberían poner un árbitro de verdad, de los de tarjeta, silbato y calzón corto. Y Olga, recusada.