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MUNDO

Uribe denunciará a Chávez en La Haya por «patrocinio de genocidas»

El Gobierno venezolano ordena el cierre de la frontera con Colombia como «protección» de un posible ataque

MILAGROS L. DE GUEREÑO
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La muerte de 'Raúl Reyes' ha colocado a Sudamérica en uno de sus momentos más críticos. Las medidas, declaraciones, acusaciones son de ida y vuelta, y lejos de aplacar los ánimos de los protagonistas, cada vez se hacen más exaltados. Ayer, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, adelantó que denunciará a su homólogo Hugo Chávez en la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, por «patrocinio y financiación de genocidas». Venezuela, por su parte, cerró su frontera dejando en unas horas a más de trescientos camiones colombianos varados en los puentes internacionales.

La pelea, por ahora verbal y dentro de los cauces de la diplomacia formal entre Colombia, Ecuador y Venezuela, se trasladaba ayer al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos. La dialéctica oscilaba entre quienes abogaban por la defensa a ultranza de la soberanía nacional (Ecuador y Venezuela) o quienes consideraban más importante la cooperación contra el terrorismo (Colombia).

Mientras, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, emprendía una gira por cinco países para explicar a sus homólogos de la zona sus razones para la ruptura: la soberanía de Ecuador fue violada por el Ejército colombiano al traspasar, sin permiso, la frontera común para cazar al 'número dos' de las FARC. Además, niegan acusaciones de Bogotá sobre un supuesto trato político con la guerrilla.

El Gobierno de Chávez -que según Bogotá financió con 200 millones de euros a la guerrilla- se declaró igualmente agraviado. Criticó duramente a Uribe, dijo que el ataque iba a ser contra su territorio y rompió las relaciones bilaterales. Materializó la fractura con la expulsión del embajador colombiano de Caracas y el reforzamiento de la frontera común, como «protección» a un posible ataque.

Según el régimen chavista, sus ciudadanos no se verán afectados porque en los últimos meses se redujo la dependencia de las importaciones colombianas y no habrá problema de abastecimiento puesto que los suministradores ahora son Brasil, Argentina y Europa. Más compleja es la situación para Colombia. Quito sostiene que con el ataque se frustró la liberación de secuestrados, mientras que Bogotá sostiene que se estaba traficando con ellos.

En cualquier caso, el gran éxito que representa en el ámbito nacional el operativo militar que acabó con la vida del 'corazón' de las FARC -celebrado hasta por la oposición- ha colocado al Gobierno de Uribe al borde del abismo en cuanto a política exterior se refiere. El Ejecutivo convocó a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores para estudiar las aristas de la crisis internacional.

Búsqueda de consenso

El asunto de la violación de las fronteras ha levantado ampollas y ni siquiera gobiernos moderados aprueban ese método. Un editorial del diario 'El Tiempo' salía al quite del uribismo asegurando que con la «globalización, la soberanía no tiene un sentido tan rígido». No obstante, el editorial aconsejaba acudir a la «diplomacia, la prudencia y la búsqueda de consensos», una idea extendida en la mayoría de las voces que se han levantado en el mundo para opinar sobre la situación.

El ex presidente cubano Fidel Castro aprovechó para recordar que Ecuador «fue atacado con bombas de Estados Unidos guiadas por satélites». En cambio, el inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, emitía ayer una declaración expresando su «completo apoyo» a Uribe y la democracia en Colombia, así como su oposición a «cualquier acto de agresión que pueda servir para desestabilizar la región». Aprovechó para acusar a Venezuela de perpetrar «maniobras provocadoras». Bush avalaba así a su principal aliado en la región que recibe a cambio apoyo logístico y millones de dólares para implementar el 'Plan Patriota' inicialmente para la lucha contra el narcotráfico, pero que de rebote sirve también en la política de seguridad democrática colombiana.