El PSOE cree cumplido su objetivo en los debates y el PP lamenta el tropiezo de Rajoy con Irak
Fuentes populares admiten que su líder no debería haber dedicado tanto tiempo al apoyo a la guerra y el 11-M en el cara a cara del lunes
Actualizado:PSOE y PP hicieron lecturas distintas del debate, pese a que ambos partidos vieron ganador a su líder. Los socialistas temen que la victoria que atribuyen a José Luis Rodríguez Zapatero se vuelva en su contra y tenga un efecto desmovilizador fruto de que se extienda la impresión que ya ha ganado las elecciones. Los populares también consideran vencedor a Mariano Rajoy si bien aceptan, como hace el candidato, que tuvo un tropezón al encelarse en discutir sobre la guerra de Irak.
El PSOE recela de que la victoria de Zapatero tenga un efecto búmeran. Los socialistas dan por sentado que el jefe del Ejecutivo ganó, «incluso con más contundencia que el lunes pasado», pero algunos en el comité electoral desearían que las cosas no hubieran estado tan claras. «Mi miedo es que haya gente que crea que por ganar el debate hemos ganado las elecciones y no se moleste en votar», confiesa uno de los hombres de confianza del candidato.
Aún así los socialistas creen tener motivos para la satisfacción. Dicen que el triunfo del presidente del Gobierno cuenta doble porque logró desactivar al líder del Partido Popular en el terreno en el que, supuestamente, partía con ventaja: el terrorismo. «Es evidente, y no lo podemos negar, que hay gente que tiene dudas sobre la posición de Zapatero respecto a determinadas políticas, pero ni una sola persona puede creer que apoyó la guerra de Irak», subraya un miembro del Ejecutivo.
A su juicio fueron, de nuevo, los errores del jefe de la oposición, y uno de los más graves fue él de la guerra, los que dieron la victoria a su líder. Insisten en que, como aspirante, su obligación era convencer de que es necesario un cambio político y fracasó.
En el mismo comité electoral del PSOE, sin embargo, hay también quien cree que el presidente ganó porque «funcionó estratégicamente mejor». Porque una cosa es tener talante y otra, dicen, «dejar que te den de bofetadas». Esta vez, Zapatero fue «incisivo y cortante» y, además, pudo colar sus propuestas.
Víctimas
Lejos de afear que echara sobre la conciencia de Rajoy los muertos por terrorismo en la pasada legislatura, los dirigentes del PSOE aplauden y sostienen que no se entenderá tan mal como el «usted agrede a las víctimas» del líder del PP. El secretario de Organización, José Blanco, consideró así legítimo que Zapatero usara a las víctimas del 11-M para negar que la banda esté fuerte.
Rajoy, entretanto, reconoció que «no debería haber debatido durante tanto tiempo» de la guerra de Irak y el 11-M, un error que ha asumido también su partido donde, no obstante, se asegura que su candidato ganó el segundo debate a pesar de que fue interrumpido continuamente por su contrincante. El líder se había propuesto evitar los terrenos que buscara su adversario, pero no lo logró con Irak. Con todo, en el partido aseguran que no están preocupados por las consecuencias del error porque el coste ya fue pagado en las anteriores elecciones. El mayor éxito de la noche fue, para los dirigentes del partido opositor, el momento en el que Rajoy exhibió la sanción de la Generalitat de Cataluña a un comerciante que rotuló su negocio sólo en castellano.
Fuentes del PP hacen un balance positivo y admiten que el cara a cara resultó más bronco que el primero por culpa de Rodríguez Zapatero. Le reprochan que haya utilizado a los muertos -al comparar el balance entre una y otra legislatura-, recriminación que compartió Rajoy, quien calificó de «miserable» el comentario.
En el PP afirman que el poso que dejará el debate será positivo y celebran que se haya detenido en la economía, los problemas de las economías familiares, las consecuencias y retos que plantea la inmigración, su propuesta para defender el uso del castellano en toda España y la lucha para la derrota de ETA. Sobre todo, el equipo del candidato destaca la credibilidad que transmitió Rajoy cuando describió los problemas del paro, los precios, la calidad de vida y la ausencia de reformas económicas.
Finalmente, el equipo de Rajoy explica que recurrió de nuevo a la ya famosa «niña» para demostrar que no se avergüenza de su primer uso.