«Dejé Derecho para dedicarme al flamenco»

Dice que lo del flamenco le viene por sus raíces sefardíes. Que ya notaba algo removérsele dentro cuando escuchaba, de refilón, alguna rumba tontorrona en el casete lejano de su vecino. Pero, como tantos otros extranjeros, se entregó a la cultura flamenca cuando vino de Erasmus a Córdoba y tuvo la suerte de pisar un tablao. Después la fiebre fue creciendo y ahora vive su primer Festival.

-Entonces lo del programa Erasmus para promover la cultura española y andaluza funciona.

-Yo estudiaba Derecho en Córdoba, hace diez años. Como erasmus descubrí las sevillanas, las rumbas y, poco después, el flamenco jondo. No fue una cosa rápida. Dicen que siempre hay una noche que te engancha, pero luego se necesitan muchos años para lograr asimilar toda la carga que tiene el flamenco. Una no deja nunca de aprender. En eso ando.

-Iba para abogada, pero ha terminado gestionando un portal sobre flamenco en Francia.

-Bueno, la fiebre fue creciendo, hasta que decidí dedicarme por completo a esto. Me especialicé en informática y creé un portal donde los franceses pudieran encontrar toda la información útil que yo buscaba sin resultado. El siguiente paso era venir al Festival, que es el mayor evento mundial para ver qué se mueve en este mundillo.

-¿Tanta demanda hay en Francia?

-Uffff. Más que demanda hay una verdadera explosión de todo lo que tenga que ver con el flamenco. Falta información, publicaciones, manuales divulgativos. Es un buen momento para generar industria.

-¿Qué tal tu primer año?

-Es impresionante, de verdad. Pienso que si toda la gente aficionada en Francia tuviera la oportunidad de ver espectáculos y actuaciones en Jerez, con esa magia tan especial que hay aquí, con ese sabor tan propio y tan auténtico, acabarían viniéndose a vivir al sur.

-¿Lo ve todo?

-Todo. Me paso el día corriendo de un sitio a otro, y aunque es algo cansado, la sensación final, cuando acaba la jornada y te das cuenta de que estás viviendo algo único, merece la pena. De la Sala Compañía a Villavicencio, de ahí al Villamarta...

-¿Y por la noche?

-Bueno, no hay que perderse el colmao, las peñas. Es una parte muy importante para entender este universo.

-¿Repetirá?

-Sinceramente, creo que es imposible venir una vez y dejarlo. En estos días he hablado con compatriotas que hace diez años pasaron a probar y desde entonces no hay quien los pare.