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ANDALUCÍA

La Junta reordena los servicios de salud mental e impulsa la formación médica

El último Consejo de Gobierno ordinario de la legislatura aprobó ayer varias iniciativas sanitarias entre las que destacan la reorganización de los servicios de salud mental y el impulso a la formación práctica de los médicos.

EFE
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El Consejo de Gobierno ha aprobado también otro decreto de la Consejería de Salud que regula el comité, los centros y los proyectos de investigación mediante la reprogramación celular, una de las técnicas más relevantes en los trabajos con células madre. La reorganización de los dispositivos de salud mental del Servicio Andaluz de Salud (SAS) pretende que dependan de una misma dirección de hospital o área de gestión sanitaria para incrementar su coordinación y eficacia.

«Se trata de garantizar la continuidad asistencial a estos pacientes, desde el momento de la detección de la enfermedad hasta la posterior inserción social, con un modelo que mejora la coordinación de los dispositivos y que dota a los profesionales de mayor autonomía y capacidad de gestión» ha resaltado la consejera de Salud, María Jesús Montero.

El SAS cuenta con 143 dispositivos de salud mental en los que trabajan más de 2.600 profesionales repartidos en 76 equipos de distrito, 14 unidades infarto-juveniles, 19 unidades de agudos de hospitalización, 11 en hospitales de día, 9 de rehabilitación de área y 14 comunidades terapéuticas. El I Plan Integral de Salud Mental , vigente en los últimos cuatro años, ha contratado a 400 profesionales, lo que el eleva el coste de toda la plantilla a 9 millones de euros anuales, y ha sumado una inversión en infraestructuras de 13 millones de euros.

Mejoras considerables

Este convenio «va a permitir ampliar la capacidad docente de nuestros centros sanitarios y de nuestros profesionales», según ha destacado Montero, quien ha recordado el compromiso de aumentar en un 40 por ciento las plazas de alumnos sanitarios en Andalucía en los próximos cinco años.

El objetivo es que cada hospital universitario cuente con su plan específico, que incluirá los objetivos, programación práctica y competencias que deben adquirir los estudiantes y la propuesta del número de alumnos que se distribuirán entre los centros sanitarios.

El decreto crea el registro en el que se inscribirán los proyectos autorizados y fija que la donación sea anónima y confidencial y que deberá formalizarse mediante un contrato gratuito entre el donante y el centro autorizado.