ESPAÑA

Rodríguez Zapatero Mariano Rajoy

Firmeza: Estuvo más duro y cortó mucho más a Rajoy de lo que lo había hecho en el primer debate. En los tres primeros bloques (sobre terrorismo, inmigración y economía) pudo llegar a parecer excesivo.

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Propuestas: Ofreció muchas más propuestas concretas que su adversario. Habló de los proyectos que quiere llevar adelantte durante los próximos cuatro años, con cifras concretas.

Golpes de efecto: En su primera intervención habló de un 'libro blanco' en el que llevaba todos los datos que luego desplegaría durante el debate. Quiso marcar el terreno y demostrar la veracidad de su mensaje frente a las acusaciones de mentir lanzadas por Rajoy en el primer debate.

Irak: Arrinconó a Rajoy con la referencia a la guerra de Irak, como hiciera en el primer debate. También supo responder a las acusaciones de que su Gobierno había negociado con ETA. Estuvo sólido en un área donde flojeó en la anterior cita.

Educación: Frente a las críticas al modelo educativo y las referencias de Rajoy a los malos resultados del informe Pisa, Zapatero supo contraatacar y responderle que los estudiantes de la encuesta eran los formados durante ocho años del PP

Discursos: Controla mejor el medio televisivo. Con un ritmo de palabra mucho más regular y una mirada clavada en la cámara, supo transmitir mejjor su mensaje. Finalizó con la msima frase que en el primer cara a cara, pero lo remarcó con una sonrisa entre el «Buenas noches» y el «y buena suerte».

Presencia: Estuvo mucho más encorsetado y más serio que en el primer cara a cara. No dio la sensación de estar cómodo en nin gún momento. Le pesó llevar el ritmo del debate, que al final acabó en manos de Rajoy.

Defensa del castellano: Rajoy le inquirió por dos veces sobre qué le parecía que el Gobierno catalán multara a un comerciante barcelonés por tener un rótulo en castellano y no en catalán. No respondió y eludió el tema.

Apoyos: Los gráficos que utilizó apenas se veían bien.

Terrorismo, inmigración y economía: Como en el primer cara a cara no supo aportar argumentos contra las acusaciones de Rajoy. Aunque lo intentó el mensaje de Rajoy fue mucho más nítido. Presencia: Estuvo mucho más suelto y dio la sensación de estar más cómodo que en el anterior debate. Transmitió mayor tranquilidad que su oponente, en el papel que se esperaba de él. No dio la impresión de leer tanto como en el primer debate.

Agresividad: A pesar de intervenir siempre a rebufo de Zapatero, marcó buena parte del debate al obligar a su oponente a abrir sus turnos con referencias a lo que él había dicho. Tomó la ventaja en los tres primeros bloques, sobre terrorismo, la inmigración y la economía. Dio sensación de jugar mejor a la contra.

Apoyo gráfico: A diferencia del anterior debate, los gráficos que el PP le preparó eran mucho más claros y se veían de lejos.

Documentado: Además de los gráficos, exhibió un sinfín de recortes de periódico y documentos de instituciones europeas para subrayar sus acusaciones. Los empleó con destreza. Sus colaboradores estuvieron rápidos para conseguirle durante la pausa publicitaria el texto de su primera pregunta parlamentaria, que había esgrimido Zapatero minutos antes.

Inmigración: Manteniendo la ventaja que tomó en el primer debate, siguió igual de incisivo y acertó al negar a Zapatero que su Gobierno hubiera llegado a acuerdos con diez países africanos sobre repatriaciones.

Discursos: Sus intervenciones de apertura y cierre evidenciaron la poca facilidad que Rajoy tiene para relacionarse con las cámaras de televisión. No es un político mediático, mucho menos que Zapatero. En las dos ocasiones habló demasiado rápido y con un tono algo elevado. Quiso decir muchas cosas en poco tiempo. Volvió a referirse a la niña del primer debate, ejemplo que ha recibido muchas críticas.

Irak: Se enredó en la defensa de la política de Aznar respecto a la Guerra de Irak. Llegó a decir que la operación militar contaba con el respaldo de la ONU

Demasiado pesimista: Mantuvo siempre un discurso por el que el Gobierno socialista no había hecho nada bien en los últimos cuatro años. En tono despectivo repitió que Zapatero no se ha enterado de nada.

Sin propuestas concretas: No ahondó en los proyectos concretos de su Gobierno y se limitó a hablar de generalidades como mejorar la economía, la educación, la seguridad...