Días contados para Dennis

En la cuenta atrás del Mundial de Fórmula Uno, McLaren todavía reserva una sorpresa. Ron Dennis tiene los días contados como primer directivo del equipo a tenor de las informaciones que provienen de Inglaterra. Son tiempos difíciles para Ron Dennis, que ha ingresado en una espiral de fatalidades en alusión directa a la ley de Murphy: todo aquello que pueda salir mal, saldrá.

Aquella mañana de julio cambió todo. Un empleado de una tienda de fotocopias de Woking desveló en una carta dirigida a Ferrari que la mujer de un ingeniero de Mclaren, Mike Coughlan, había solicitado que descargasen en papel un lápiz óptico con los secretos mejor guardados del diseño del Ferrari 2007. Aquel día arrancó el vía crucis de Dennis.

La historia de espionaje ha colocado finalmente al patrón inglés contra la espada y la pared. McLaren viajaba en globo con Hamilton y Alonso al frente del Mundial y una sustancial ventaja respecto a Ferrari. Por política, revancha personal del presidente de la FIA o lo que fuese, McLaren regaló en el juicio de París el trabajo de varios años. Fue sancionado con 72 millones de multa por copiar a un adversario, perdió todos los puntos del Mundial de constructores y alimentó más inquina entre Alonso y el mundo inglés que arropaba a Hamilton.

El resultado de sainete en Brasil (Raikkonen ganó el título al que aspiraban Hamilton y Alonso) parece haber colmado el vaso de la paciencia de Mercedes, la marca alemana asociada a McLaren que posee el 40% de las acciones de la escudería.

Socios financieros

Sin realizar declaraciones públicas, en los bajos fondos de los sobreentendidos, los alemanes han cuestionado los modos con que Ron Dennis gestionó la crisis de los espías. En cualquier otro deporte, el despido habría sido fulminante, pero el directivo británico cuenta con el apoyo de potentes socios en lo financiero. Su apoyo ha mantenido a Dennis al frente de McLaren, pero según reproduce la Prensa inglesa en sus ediciones del domingo, la renuncia es inminente presionado por Mercedes.

Según sus allegados en los medios ingleses, Dennis no atraviesa un buen momento personal. Hace un par de semanas puso fin a 22 años de matrimonio con Lisa, una mujer que se había convertido en un clásico en el mundo de las carreras. Según parece, el ex jefe de Alonso pretende pasar más tiempo con sus tres hijos, a los que considera ha desatendido después de casi 40 años en el mundillo del motor.

Los últimos seis meses han supuesto una colección de calamidades para Dennis. Fernando Alonso negoció una salida en estampida del equipo después del mal ambiente y de perder el Mundial. McLaren tuvo que reconocer que había cometido un acto de espionaje para que la FIA, en un tono muy político, hiciese la vista gorda sobre las especificaciones del coche que pilotará Hamilton este año.

Y, entre tanto, la policía italiana manda emisarios a investigar su despacho. «No seré yo quien le clave el puñal de Judas», dijo ayer Martin Whitmarsh, número dos de McLaren y futurible uno.