La única ópera prima española dirigida por una mujer en 2007, llega a los cines
En el cine distinto, radical e intimista se enmarca Lo mejor de mí, la única ópera prima española dirigida por una mujer en 2007 que cuenta una historia de amor que toca un tema «tan delicado» como es el universo de los donantes vivos. La debutante Roser Aguilar es la directora y guionista de este título que salió del Festival de Locarno con dos premios -el de mejor actriz para Marián Alvarez y de el la crítica independiente a la mejor película- y que este viernes llega a nuestras carteleras.
Actualizado: GuardarEn una entrevista en la televisión al doctor García Valdecasas, coordinador de transplantes hepáticos del Hospital Clínico de Barcelona, encontró Aguilar la trama para que los personajes que interpretan Marián Alvarez y Juan Sanz hicieran un viaje «en el que se cuestiona el amor, la generosidad, la enfermedad, el dolor y la muerte. La película habla de la generosidad del enamorado, de si, incluso, estamos dispuestos a arriesgar la vida por la persona que queremos», apunta la autora de la que es la primera producción del Proyecto Opera Prima de la Escuela Superior de Cine y Audiovisual de Cataluña (ESCAC), que da la primera oportunidad en el cine a sus alumnos graduados.
A la pregunta cuánto queremos a nuestra pareja responde una joven periodista cuando su novio, con quien acaba de irse a vivir, necesita un transplante de hígado, órgano que puede venir de un donante vivo porque, por su capacidad de generarse, basta sólo una parte.
Tarea divulgativa
Asesorada durante dos años por el doctor Valdecasas, que le presentó donantes y transplantados y le contó todo lo que necesitaba para hablar de un tema «vivo y polémico, porque no todo el mundo está de acuerdo en que una persona sana se someta a una operación de la que pude salir perjudicada», Aguilar no esconde que en Lo mejor de mí también hay un tarea divulgativa.
Así, aunque España sigue siendo líder mundial en donaciones y transplantes de órganos, está por debajo de la media en este tipo de operaciones quirúrgicas «que pueden liberar las listas de espera. Es un tema delicado que no se puede frivolizar, hay que tener mucho cuidado con las malas interpretaciones», añade la cineasta, que, aunque no contó una historia en concreto de las muchas que escuchó del doctor Valdecasas, «no he mentido en nada».