El Valladolid paga los platos rotos por la derrota europea del Madrid

El naufragio europeo en la pista del Maccabi Tel Aviv israelí del pasado jueves despertó al Real Madrid más rotundo que se ha visto en la Liga ACB esta temporada, intratable para el Grupo Capitol Valladolid, que al descanso había encajado setenta puntos y perdía por treinta (70-40).

Al final, recogió otros 44 puntos durante la segunda mitad, de menor ritmo ofensivo madridista, y sufrió el récord de anotación de la temporada (114) en una despedida teñida de colores añejos, con sabores de otra época, de aquella era lejana en la que la televisión daba el baloncesto en blanco y negro y los madridistas vapuleaban en la Liga a casi todos y luego se paseaban por Europa.

El Madrid pagó los platos rotos del Nokia Center telaviví con el equipo vallisoletano, recuperado de la mano de Javier Imbroda para merodear las cercanías del acceso a las eliminatorias por el título, pero en el sitio menos adecuado en el peor momento posible esta jornada.

El Madrid anotó 32 puntos en el primer cuarto y 38 en el segundo. O sea, setenta en el primer tiempo, más de los que muchas veces se anotan en un encuentro completo. El Madrid errático de Tel Aviv, fallón, reapareció en Vistalegre al borde de la perfección. Y, desde luego, con una efectividad lanzadora diametralmente opuesta a la exhibida en territorio macabeo.

En medio de la tormenta tropical que atropelló al cuadro de Javier Imbroda frente al líder de la liga brilló con particular fulgor Felipe Reyes. El internacional español no salió en el cinco inicial, aunque jugó poco más de siete minutos en el primer cuarto. En el segundo actuó otros tantos y en esos catorce minutos produjo veintiséis puntos.