Raúl Reyes. / AP
MUNDO

Colombia penetra en la selva ecuatoriana y abate al número dos de las guerrillas de las FARC

El presidente Álvaro Uribe, que pidió autorización a su homólogo Correa para la operación, logra su mayor éxito contra la guerrilla

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En la madrugada de ayer, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, estuvo pendiente de un operativo militar que acabó con el mayor éxito de la política de seguridad de su Gobierno: la muerte de Luis Edgar Devia Silva, Raúl Reyes, número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), junto a otro de sus jefes y quince guerrilleros, además de la captura de un grupo de rebeldes.

Ésta es la primera ocasión en que el Ejército consigue abatir a uno de los siete miembros del secretariado del grupo armado, el mayor descalabro recibido en sus casi cincuenta años de existencia en las selvas colombianas. Un comunicado del Ministerio de Defensa confirmó que «fue dado de baja» el guerrillero de 60 años. «Es el golpe más contundente que ha recibido el grupo terrorista hasta el momento», decía la nota.

Chivatazo

Un chivatazo, corroborado por los servicios de inteligencia, alertó a las Fuerzas Militares y la Policía Nacional sobre la presencia de Reyes, conocido por ser el portavoz de las FARC, en un campamento en la frontera con Ecuador. Unidades aerotransportadas comenzaron de madrugada el operativo contra los guerrilleros del frente 48, localizados en un campamento internado apenas 1.800 metros en el lado ecuatoriano.

Tras localizar el puesto, al sur del río Putumayo, las fuerzas colombianas lanzaron un bombardeo desde tierra y aire, «sin violar el espacio aéreo ecuatoriano», según el comunicado. Para entonces, Rafael Correa, ya estaba informado en la sede de la Presidencia en Quito y aparentemente dio el visto bueno para que las fuerzas vecinas entraran en la zona, trasladaran los cadáveres de Raúl Reyes y de Guillermo Enrique Torres, alias Julián Conrado -considerado ideólogo de las FARC- a territorio colombiano y custodiaran el lugar hasta la llegada de la policía.

La muerte del número dos de las FARC cerró una semana de logros para Uribe, tras la captura de Martín Sombra, un histórico contemporáneo del jefe máximo Manuel Marulanda Tirofijo y carcelero de algunos de los secuestrados canjeables, entre ellos Ingrid Betancourt y tres contratistas estadounidenses.

Importantes bajas

El Gobierno sostiene que gracias a sus persistentes operativos militares la guerrilla ha pasado de tener 17.000 efectivos en 2002, cuando asumió el cargo Uribe, a unos 8.000 en la actualidad.

Precisamente el viernes, Bogotá anunciaba la captura de Lucio Gómez Brínez, alias Manuel Ortiz o Mañe, sustituto de Martín Caballero como responsable de los frentes 35 y 37, a quien se le atribuye el secuestro del actual ministro de Exteriores, Fernando Araújo Perdomo. Otro jefes de alto rango que fueron apresados son Ricardo Palmera Simón Trinidad, extraditado a EE. UU. Entre los llamados a suceder a Raúl Reyes en la organización, destacaría el miembro del secretariado Alfonso Cano o incluso Iván Márquez, uno de los enviados a Caracas para negociar con el presidente venezolano, Hugo Chávez, la entrega de algunos rehenes.