El debate
En los últimos días, la resaca del debate entre mister ZP y Mariano se está haciendo muy pesada. Llueven por todas partes encuestas, cada uno de los dos partidos con serias aspiraciones se asentarse cuatro años más en la Moncloa asegura haber ganado y a mí me duelen ya hasta los ojos de leer crónicas, articulitos de opinión, editoriales o análisis de una noche donde los que menos hicieron los candidatos a la casa blanca española fue precisamente debatir.
Actualizado: GuardarAllí estaban los dos sentiditos, mirando a cámara, perfectamente enchaquetados y con sendos discursos muy bien preparados sin posibilidad alguna de improvisación. Ambos defendían sus tesis (uno con más elegancia que otro) y sus correspondientes asesores les comunicaban en la publicidad por donde tenían que atacar.
Para mi gusto, el debate decepcionó en general. Ellos, ZP y Mariano, no dieron ningún juego. Había momentos en los que parecían que tenían la sangre de horchata porque abordar temas como la inmigración, los malos tratos e incluso lo caro que está todo requieren de más ímpetu y naturalidad y no de datos aprendidos de memoria o apuntados en el folio que tenían delante.
Zapatero y Rajoy no me convencioron absolutamente de nada, especialmente el último de ellos, que no comprendo cómo aún sigue utilizando el terrorismo para atacar. Es vergonzoso que se use a las víctimas y a sus familiares como moneda de cambio para conseguir votos, pero más triste es entrar en ese juego.
En manos de unos de los dos está la presidencia del Gobierno de un país que necesita estar unido para poder afrontar problemas muy gordos que jamás deberían utilizarse en campaña. ¿Quién ganó el debate? No sé, yo creía que los debates no eran un partido de fútbol. braguilar@lavozdigital.es
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