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Arranca la liguilla de los optimistas

El Xerez busca ante la Real Sociedad la primera de las ocho victorias que les asegure la permanencia La gran cantidad de goles recibidos ha hecho que Esteban prepare cambios en la línea defensiva

SALVA GALVÁN
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Anoeta es el punto de partida de la liguilla de los optimistas. Dieciséis encuentros, a cuál más complicado, dieciséis rivales con dieciséis deseos, dieciséis batallas en las que el Xerez Club Deportivo podría jugarse algo más que la permanencia en Segunda, dieciséis citas para dar rienda suelta a las épicas fantasías que rondan los pensamientos azulinos más positivos, por las cabezas y los corazones de los más optimistas, pues sólo ellos mantienen la mirada en la liguilla de los optimistas. Ésa que comienza esta tarde ante todo un histórico del fútbol nacional. La salvación aún está en sus manos, lejos pero empíricamente accesible. Tan difícil como ganar ocho partidos, o tan fácil como vencer en la mitad de ellos. Ocho triunfos que darían acceso a un año más de fútbol profesional a un conjunto que hasta la fecha ha paseado sus vergüenzas por media España, y lo ha hecho a golpe de mediocridad.

Es la liguilla de los optimistas, de los pocos que aún creen en el milagro, en ese giro de 360 grados que necesita el Deportivo para sacar la cabeza de las profundidades de la categoría. Y es que son muchos los que han lanzado ya la toalla. Precisamente el primero ha sido Morales, el principal valedor de un luchador que no ha dejado que la tela toque el tapete del ring. Es cierto que el boxeador de calzón azulino se tambalea seriamente sobre el cuadrilátero, que prácticamente no sabe por dónde le llegan los ganchos, pero la tozudez del orgulloso le hace mantener el equilibrio. Por ello, el vestuario xerecista repite una semana más aquello de «mientras hay vida, hay esperanza». En el vocabulario de la plantilla no entra la palabra milagro, pues con dieciséis partidos por delante las prisas todavía no abundan.

Quizás sea la ingenuidad la que les hace ir sin temor a un campo cinco estrellas, quizás sea la falta de memoria la que les hace olvidar que llevan cuatro derrotas consecutivas, que el cambio de entrenador no ha supuesto revulsivo alguno, o que los vascos no pierde en casa desde octubre de 2007. Quizás no quieran ni saberlo.

Esteban hará cambios

La fe de Esteban se ha visto seriamente perjudicada, a la efusividad de su primera semana se le ha ido el gas, pero aún tras el impacto con la realidad, continúa tirando del carro con esperanza. Es cierto que ha desperdiciado dos balas sin darse cuenta de los más que serios problemas defensivos que padece el equipo. Va a tener que ser a la tercera, cuando el preparador malagueño tire de Vicente Moreno, cuando, uno tras otro, los tres técnicos que esta temporada lleva el Xerez se han visto obligados a retrasar la posición del capitán azulino hasta el centro de la defensa. Todos han caído como fruta madura, por más que sus principios teóricos del fútbol les llevaran a colocar a Vicente en el medio centro.

El casillero de goles recibidos ha empujado al valenciano hacia una zaga que de poco puede presumir, más que de ser la que encaja más goles del campeonato. Todo apunta a que Moreno estará en esa línea de cuatro junto a hombres como Jesús Mendoza, Portela y Aythami. Sólo queda una duda, y no es otra que la de saber si Bajic podría entrar en el once, pues la lista de convocados se ha encargado de despejar cualquier otra interrogante. Las posibilidades de rompeplatos Verdés y Redondo no existen ya que ambos permanecen en Jerez.

Al cambiar de puesto a Moreno, queda una vacante por delante de la defensa, que en buena lógica ocuparía Samuel -aunque no habría que descartar a Luque-. Por delante, parece que no habrá más cambios que los normales, es decir Yordi en lugar de Míchel.

El isleño ya se ha recuperado de su herida en el glúteo, y podrá recuperar la titularidad para tratar de defender su estatus de killer de plata, de máximo goleador de la categoría. Algo que se ha encargado de recordar un Eizmendi, que conoce bien a su ex equipo, que no quiere relajación en una todopoderosa Real Sociedad que parece haber bajado la guardia durante la semana por aquello de recibir a uno de los inquilinos de la zona baja de la tabla.

El preparador vasco ha recordado que el Deportivo puede sacar las uñas en cualquier momento, y no quiere que hinquen el diente en Anoeta, pues la Real Sociedad se encuentra en su mejor momento de juego y resultados de la temporada.

Dos empates y dos triunfos en los últimos cuatro partidos, son el balance de una Real que ha mantenido en el último mes de competición el mismo once titular y que, por tanto, no debería variar. José Ramón Eizmendi, apostará por un once muy ofensivo, con una dupla en ataque compuesta por Díaz de Cerio -que sería el máximo anotador de la categoría si no se contabilizaran los penaltis- y Víctor, que en el anterior partido en Anoeta contra la U.D. Las Palmas marcó dos de los cuatro tantos que se llevó el equipo canario de San Sebastián, donde esta tarde se espera una buena entrada y una más que decente representación de la hinchada azulina.

sgalvan@lavozdigital.es