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Toros

Perera, implacable, da un golpe de autoridad en la Feria de Castellón

La corrida de Zalduendo tuvo dos mitades. Tres toros de pobre condición y otros tres de buen empleo. Mal repartidos. Dos de los pobres fueron primero y cuarto, éste el peor de los seis, y El Juli, por tanto, se llevó la ración de ricino. Bien toreó Julián al primero de la tarde, terciadito pero bien hecho, que se escupió del caballo dos veces, cobró un lanzazo caído y pegó en la muleta cabezazos antes de agarrarse al suelo. No empujó ni una vez. El Juli lo templó con el capote a modo. La faena, fluida, fue de trabajar mucho, aunque no lo pareciera. Una estocada pasada.

BARQUERITO
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El cuarto salió muy deslucido. Expeditivo, El Juli, que había brindado al público, le buscó las vueltas. Nada que rascar. Un pinchazo, una estocada sin puntilla. Pitos para el toro en el arrastre. Los hubo también para el segundo. De salida, por falta de trapío, y de remate, porque, corto de gasolina y a regañadientes, no terminó de estirarse. No fue sencillo ni agradecido. Lo mató bien Manzanares.

Dos de los toros de nota entraron en el lote de Miguel Ángel Perera; el otro, quinto de festejo, se lo llevó Manzanares. Lo toreó a gusto tocando con suavidad, ligando con limpieza en el sitio, al hilo del pitón pero trayéndose para adentro el toro. Una hermosa faena que sólo pecó de larga.

Los engaños

Fue también de buena nota pero en otro estilo el tercero, que tomó los engaños por abajo y por los vuelos. Se abría mucho, como si se distrajera o fuera a soltarse, pero no llegó a irse nunca. Con diferencia, el toro de la tarde fue el último. Moñudo. Perera lo sometió a contundente tratamiento en una faena de exuberante, abusivo, devastador poder. Severísimo y exigente correctivo, trenzas obligadas. Hasta la última gota del vaso apuró Perera.

Algo macizo hubo en la faena del tercero, que no dejó de tener su parte rotunda pero admitió más variantes o cambios de estrategia o ritmo. Hubo la emoción que siempre produce el torero entregado sin reservas y dispuesto a todo. Y tan capaz. Una estocada.