
Natural inquietud
Después de embarcarse en aventuras coreográficas muy complejas, la artista regresa en Jerez al baile puro, sin ornamentos ni aditivos
Actualizado: GuardarA su proverbial inquietud, Rafaela Carrasco ha sabido agregar con los años una gran madurez estilística, una marcada expresión propia y una gran capacidad para absorber todo lo positivo que ocurría a su alrededor, procediera del mundo clásico o de la vanguardia. La bailaora sevillana, que presenta en Jerez ConCiertogusto reconoce que después de haberse embarcado en aventuras coreográficas de toda clase y condición («que me han llevado a lugares muy lejanos»); después de trabajar con diferentes instrumentos y tendencias («que me han ayudado a contar mis pequeñas historias»), ahora sólo quiere bailar.
Sin ornamentos: música, cante y baile. «En conjunción o por separado, sin la necesidad del uno con el otro y la riqueza de la unión de ambos». Es la respuesta a una evolución incesante que le ha valido el reconocimiento internacional. Desde que en 2003 creara su propia compañía, con la que dirigió y coreografió La música del cuerpo, Rafaela Carrasco no ha dejado de participar en ciclos, giras y festivales. En 2004, con el estreno de Fuera de los límites, junto a Belén Maya, da un paso de gigante en su trayectoria, tras el cual se embarca en la dirección coreográfico de un ambicioso proyecto: Los caminos de Lorca.
Su última producción, Una mirada al flamenco, estrenada en el Festival de Jerez, le valió algunas de sus mejores críticas. Finalmente, Del Amor y otras cosas le sirvió para pasear su arte por el prestigioso Flamenco Festival de Nueva York, además de ciudades como Boston, Purchase y Washignton D. C. dperez@lavozdigital.es