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Fusión e imaginación
New Age para el flamenco más moderno
Actualizado: GuardarLa unión hace la fuerza. Y fuerza tienen. Cinco grandes músicos se confinan en el escenario para dar vida a composiciones originales y de aires flamencos renovados. Provenientes de distintas disciplinas artísticas, aunque la mayoría han sucumbido al estilo que más representa a lo andaluz, se han conjugado para elaborar un programa de fusión entre diferentes instrumentos que originan como resultado un curioso experimento que lleva por nombre UHF, Ultra High Flamenco.
Variopintas composiciones se entrelazan entre los dispersos sonidos que dan el contrabajo, violín, percusiones varias a cargo de Cepillo y Paquito González, y la aportación guitarrística de José Qeuvedo Bolita. Soleá por bulerías, tangos, soleá y bulerías se establecen como nexos de unión entre los solos de Bolita y lo percusores que en un momento de pique se afanan por agradar a los contendientes allí presentes con creaciones que no van más allá de la propia lógica flamenca.
Sólo para amantes de la fusión UHF proporciona sentido estético-musical austero, de connotaciones modernas, donde se han aportado notas jazzísticas influenciadas por el contrabajo de alavés Pablo Martín. Coincidencia provocada de músicos que han sabido exprimir el limón para aromatizar un cóctail de esencias primitivas con sabor a encuentro multicultural.
Este ciclo que lleva por nombre Bordón y cuenta nueva se abre al mestizaje que supone ir más allá de la mínima expresión flamenca que aporta la guitarra y el cante, y en el mejor de los casos la percusión o el acompañan, tiento de palmas. La sabia elección de elementos sonoros que no dejan de sonar a lo que debe supone no desperdiciar ni tergiversar el guión original de una obra que se entiende flamenca.