CUARTA ENTREGA. Escarabajo rinoceronte.
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El tamaño importa

LA VOZ ofrece mañana la cuarta entrega de la colección Bichos: Escarabajo Rinoceronte

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Ahora, en época de sondeos preelectorales, tal vez nos impresione más que nunca este dato: una de cada cuatro especies de animales conocidos es un escarabajo. Los Coleópteros tienen mayoría absoluta en el Planeta Tierra, rondando las 400.000 especies y subiendo. Dominan la Clase Insecta, evidentemente, y su característica distintiva es que tienen sus alas descapotables, es decir, cubiertas por unas fundas duras llamadas élitros.

Dividimos arbitrariamente a las criaturas vivas en buenos y malos, deleznables o dignos de una sonrisa; y esa falsa percepción les cuesta a muchas especies la vida. Nuestro bicho de hoy es el escarabajo rinoceronte, de imponentes defensas cefálicas, y una vez más se trata de un animal importante. Al bueno de Charles Darwin, cuando barruntaba su Teoría de la Evolución, ya le llamaron la atención. Sólo los machos poseen esas desmesuradas defensas, y las utilizan para pelearse entre ellos con el fin de conseguir copular con las hembras. O sea, lo de siempre, ellas copulan todas, de ellos sólo el ganador, ¿les suena? Ellos invierten todo su esfuerzo fisiológico en desarrollar unos carísimos, incómodos y perfectamente inútiles atributos, con el único fin de impresionarlas a ellas y eliminar a sus competidores, biología pura, la ley que mueve el mundo, nos guste o no.

Pero un investigador descubrió que los machos de cuernos pequeños, sin posibilidades de ganar los torneos sexuales, se dedican a citarse subrepticiamente con las hembras mientras los machotes están distraídos peleándose, y que además, estos tunantes realizan cópulas mucho más largas que los cuernoslargos, para asegurarse el éxito reproductor de las mismas. Todo esto, que parece zoología, es también sociología, porque las reglas de la evolución son las mismas para los seres humanos.

Lo cierto es que los escarabajos rinoceronte, de los que hay muchas especies con cuernos de muy diferentes formas, siguen evolucionando en la línea de tener cada vez más grandes e impresionantes armaduras sólo porque a sus hembras les atraen o ellos creen que les atraen.

En todas las especies animales, y digo bien, en todas, son las hembras las que diseñan la estrategia reproductiva, y las que eligen en consecuencia. No se engañen, nosotros nos limitamos a hacer lo que haga falta con tal de superar a nuestros rivales.