En 'Aída' se van de bodorrio

Lejos de dar síntomas de desgaste, Aída está en la cima de su audiencia. Tres años después de su estreno, y a pesar de la competencia de dos nuevos canales, la comedia protagonizada por Carmen Machi y Paco León ha batido su propia marca y se mantiene como la serie más vista, con una media de 5,6 millones de espectadores y un 30,3% de cuota de pantalla, un listón que ni siquiera consigue superar CSI. Este domingo, la boda de Luisma (Paco León) y Macu (Pepa Rus) marcará un giro en las tramas. Los vecinos del barrio de Esperanza Sur se preparan para asistir a un enlace en el que, como no podía ser menos, rezumará picaresca. La comedia costumbrista aprovechará el tirón y rodará 13 capítulos más durante esta temporada.

«Es un privilegio que dos series de la cadena compitan por los dos primeros puestos de ficción; CSI tiene un alto valor de producción, pero se ha demostrado con Aída que se pueden hacer títulos de calidad con unos buenos guiones y personajes», sostiene el director de antena de Telecinco, Alberto Carullo. «Aída gusta al más amplio espectro de edades y perfiles sociales, de ahí su fortaleza».

Los guionistas de la serie han trazado historias de un barrio, Esperanza Sur, que podría representar a cualquier cinturón obrero de toda ciudad, con todos sus elementos convenientemente exagerados. Sobre el carácter extremo o los excesos de la serie, el productor ejecutivo de Globomedia, Antonio Sánchez, mantiene que la comedia refleja el lenguaje de la calle y que la productora tiene toda la libertad para trabajar en ese sentido. Aída retrata a toda una suerte de perdedores, pícaros, egoístas e impresentables. La protagonista trata de luchar contra su adicción al alcohol y su hermano, Luisma, es un ex yonqui sin ningunas ganas de trabajar. «Pero junto a sus defectos, emanan ternura, tienen su corazoncito y logran la empatía del público», explica Sánchez.

Enlace con enredos

Este domingo suenan campanas de boda pero con sorpresa y más enredos. Nada hacía presagiar que Luisma, el inmaduro hermano de Aída, cuyo único esfuerzo en la vida consiste en ingeniárselas para no dar un palo al agua, acabaría casándose con Macu. Pese a sus zalamerías hacia el sexo opuesto y sus numerosas y fugaces relaciones, Luisma siempre ha estado enamorado de una única chica, su vecina Paz (Melanie Olivares), la prostituta del barrio.

Tras una monumental borrachera y una noche loca junto a Macu, la sobrina de Mauricio (Mariano Peña) se queda embarazada y logra así amarrar al incauto por quien bebe los vientos. Pero llega el día de la boda y Paz reconoce que Macu ha conseguido unirse al hombre que más la ha querido en su vida. Por otra parte, la Policía presiona a Luisma para que destape asuntos turbios de Mauricio y le colocará un micrófono bajo el traje de la ceremonia. Y la buena de Aída intentará a toda costa encontrar acompañante para la ceremonia.

La actriz Pepa Rus, la última incorporación en el barrio de Aída, se ha ensamblado pronto en el tono de la serie. A la hora de componer su eficaz personaje, Rus echó mano de su Chiclana natal, de ese zezeo gaditano de muchas chicas de su tierra. «Pero Macu seguiría siendo la misma si hubiera nacido en Galicia o Madrid», puntualiza la actriz.