ACTUANDO. La Capilla Musical Catedralicia prepara un concierto en la ciudad de Ceuta.
Jerez

Corcheas elevadas al cielo

La Capilla Musical Catedralicia lleva dos años atendiendo con sus voces a las grandes solemnidades litúrgicas del Primer Templo

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Angel Hortas va a por el segundo gran proyecto de su vida. Profesor de música en el Conservatorio de Música de Jerez, lleva también la dirección artística de la Orquesta Ciudad de Ceuta. Su primera empresa fue el coro del Teatro Villamarta, que dirigió durante diez años. Desde hace dos, Hortas ha comenzado otro ambicioso objetivo. Se trata de la Capilla Musical Catedralicia. «Fue el Obispo de la Diócesis, don Juan del Río, quien tomó la iniciativa para este proyecto», comenta Hortas, que está tomándose un café para templar la garganta antes del ensayo.

Fundamentalmente es una asociación que está destinada a atender a la liturgia con el canto para las solemnidades litúrgicas. «La Capilla la formamos unas 55 personas. Después hay alrededor de 25 músicos que forman la orquesta que acompaña a la Capilla Musical. La orquesta interviene el Domingo de Resurrección, el día del Corpus y en la festividad de la Inmaculada», subraya el maestro de Capilla.

Las voces van templándose en los salones de la Catedral porque toca ensayo intensivo. «Estamos preparando el Réquiem de Fauré, que lo haremos el próximo día 8 de marzo en Ceuta», comenta Hortas.

Profesores de música, estudiantes del Grado Superior que viajan desde Sevilla a Jerez para cantar y aficionados al canto forman este grupo humano unidos todos por la música. «Lo más importante es que hay muchas personas interesadas en aprender y, sobre todo, en trabajar. Hay que educar la voz, estudiar teoría musical y aprender canto. Afortunadamente, esta predisposición a querer saber está muy presente entre los componentes», afirma ahora Ángel Hortas.

Es hora de ponerse manos a la obra. Se hace el silencio para escuchar al maestro. La disciplina es muy importante cuando de trabajar se trata. Toda la preparación que se haga es poca para que el mar de voces se convierta en un desfile de música conjuntada. Puede sonar Händel, Bach o cualquier pieza renacentista. De nuevo el milagro de la música crece entre las paredes de la Catedral jerezana. La Capilla Musical Catedralicia es un excelente puente para la comunicación de los creyentes con la Providencia.