LÍDER. Zapatero hace un gesto triunfal en el transcurso de su mitin de ayer. / MIGUEL RIOPA. EFE
ESPAÑA

Zapatero llama a los votantes a elegir entre un Gobierno para «creer» y otro para «temer»

Anima a los obispos a reprender a los populares por su actitud hacia los inmigrantes «Estas son las cosas que tiene la derecha, que aquí es más de derechas que ninguna otra»

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José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó ayer el discurso de Mariano Rajoy sobre inmigración para intentar situar al PP «más a la derecha que ninguna otra derecha» en el imaginario colectivo. Los estrategas del PSOE se frotaron las manos al ver cómo el líder de la oposición ofrecía otra vez su 'yo' más agresivo en el primer debate televisivo de campaña. Creen que él solo les abrió una brecha hacia el voto moderado y ahora se afanan en evitar que, de aquí al 9 de marzo, recupere terreno perdido.

El comité electoral de los socialistas sostiene que los 'populares' sólo lograrán vencerles si en las próximas semanas colonizan el centro y si una parte importante del potencial electorado socialista se queda en casa. La combinación les obliga a hacer malabares. Para movilizar a los suyos necesitan un discurso de izquierda pura, en ocasiones poco apto para aquellos que se mueven en tierra de nadie. Y para evitar que estos caigan en las redes del PP, lo representan como un partido ultra.

Zapatero planteó ayer así la disyuntiva: «El 10 de marzo -dijo- puede haber un Gobierno para el acuerdo o para la discordia; un Gobierno que respete a todos o que desprecie a muchos; un Gobierno avanzado o un Gobierno desfasado». «Puede haber -concluyó- un Gobierno para creer o un Gobierno para temer».

La inmigración

En Galicia, tierra de emigrantes, optó por el recurso fácil e inmediato: la inmigración. Pero, curiosamente, no criticó el «no cabemos todos» de Rajoy sino, una vez más, las ocurrencias del secretario ejecutivo de Economía. Miguel Arias Cañete, sobre los camareros y los inmigrantes que acuden a la Seguridad Social. «¿Y esos son los valores que defienden? ¿Cuánta hipocresía! A ver si sale algún obispo y les echa una reprimenda por hablar así de seres humanos».

El candidato socialista aseguró además que tras ese debate subyace una filosofía perversa, el deseo de «reformar» la sanidad y de «reducir los derechos que hemos conseguido». «Estas son las cosas que tiene la derecha, esta derecha que tenemos aquí en España y que es más de derechas que ninguna otra derecha», insistió.

Pero el mejor golpe de efecto para consolidar este discurso lo ha encontrado el presidente del Gobierno en el 'número dos' de las listas del PP por Madrid, Manuel Pizarro, al que ha convertido en su 'pim, pam, pum' particular. Zapatero aseguró que todo el mundo se pregunta dónde se han metido Eduardo Zaplana, Ángel Acebes y el ex presidente de Endesa. De los dos primeros dijo que están cuidando a la niña de Rajoy. Del tercero, en cambio, que les plantea una dificultad.

«La primera vez que fue a jugar el partido se llevó un baño de (Pedro) Solbes y, es verdad que normalmente la derecha no se anda con miramientos y al primero que falla cogen y lo echan -dijo con sarcasmo-, pero claro, con Pizarro tienen un problema y es que el finiquito es carísimo». Es ya habitual que recuerde que se llevó 1.500 millones de pesetas cuando se fue de la empresa en la que «ellos le colocaron».

En La Coruña, sumó a todo lo anterior un argumento más para demonizar al PP: su política de lenguas. Ante el ministro de Cultura y cabeza de lista coruñés, César Antonio Molina, pidió a los gallegos que no consientan que la cultura sea «denigrada por nadie».