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COMPOSITOR DE CINE. De la Rosa ha sonorizado y compuesto canciones para muchas películas.
Cultura

Un Morricone en clave 'indie'

El compositor jerezano Julio de la Rosa, autor de bandas sonoras de éxito como la de '7 Vírgenes', prepara la música del nuevo filme de Ángeles González-Sinde

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El músico jerezano Julio de la Rosa, líder de la ya extinguida banda El Hombre Burbuja, es hoy en día uno de los jóvenes compositores más prolíficos del panorama nacional, autor de bandas sonoras de éxito como la de 7 Vírgenes, trabajo por el que fue propuesto como posible nominado a los Goya en 2006. Ese año se quedó a las puertas de la candidatura, pero es posible que su próximo trabajo en la nueva película de Ángeles González Sinde le traiga la cotizada estatuilla. «Con ésta nos la llevamos seguro», bromea Julio, que actualmente compone la música de la segunda temporada de la serie de Antena 3, El síndrome de Ulises, protagonizada por Miguel Ángel Muñoz y Nancho Novo.

Atrás quedaron sus diez años de carrera al frente de El Hombre Burbuja, los conciertos, las giras, su paso por los festivales más punteros de la escena alternativa, vivencias que le han conferido a este joven artista un enorme bagaje artístico del que se nutren todas sus producciones actuales. Su labor actual incluye composiciones para cortos, largos, obras de teatro o videocreaciones, sin olvidar su carrera en solitario -ahora prepara su tercer álbum- y la producción de discos para otros músicos. Sin embargo, la sonorización de filmes es su principal prioridad en este momento. «Me encanta este trabajo porque te pasan las imágenes sin música, como una hoja en blanco, y mi trabajo es conseguir transmitir emociones», apunta Julio, «mucha gente cree que las bandas sonoras sólo sirven para decorar pero es lo que le da alma a la película».

Tras su trabajo en 7 Vírgenes y la incursión de algunas canciones originales en cintas como Gente Pez, Astronautas o la reciente Ladrones, protagonizada por María Valverde y Juan José Ballesta, Julio de la Rosa se encuentra inmerso en el nuevo proyecto de González Sinde, Una palabra tuya, una comedia con tintes dramáticos que adapta la novela de Elvira Lindo. «Me encantan los dramas, porque a nivel musical dan más juego y tienen más posibilidades expresivas», apunta el músico, que también ha tocado otros géneros como el terror, gracias a la reciente Aparecidos, dirigida y escrita por el debutante Paco Cabezas y protagonizada por Javier Pereira (Mi vida en 65 minutos, Frío sol de invierno), donde firma cinco canciones originales.

A diferencia del medio cinematográfico, en la televisión el ritmo de trabajo es bien diferente, mucho más frenético. «Con El síndrome de Ulises, es distinto; hay que hacer un capítulo por semana y es agotador», sostiene Julio, que afirma haber incluido en la banda sonora de la serie ritmos mestizos, rumbas e incluso jazz. «Estuve en Turquía y me traje un varios instrumentos de allí para utilizarlos en la música. Se trata de experimentar con los sonidos, como ocurre en la cocina... hay que meter ingredientes distintos y hacer que el resultado esté bueno», bromea este músico, que en su faceta de multinstrumentista podría equipararse a compositores europeos de la talla de Yann Tiersen o Pascal Comelade.

A pesar de seguir con su carrera musical en solitario, tras la disolución de El Hombre Burbuja, Julio de la Rosa ha encontrado en este tipo de trabajos un «alivio para la salud mental». No obstante, reconoce que «a nivel personal, sacar tus discos te llena». Por ello, tras la edición de sus dos primeros trabajos como solista -M. O. S. y Las leyes del equilibrio-, este año prevé sacar su tercera joya musical, El espectador. «Como ha ocurrido siempre en el arte, de una etapa barroca he pasado a una clásica, ya que en mi anterior trabajo opté por la experimentación y en éste he preferido un concepto más minimalista», apostilla Julio, «he vuelto al acordeón, la guitarra acústica, el bajo y la batería para hacer canciones de pop sencillas».

Por otro lado, su amistad con otros músicos de la escena indie le ha llevado a desarrollar un proyecto paralelo, Fantasma#3, junto a Sergio Vinadé (El Niño Gusano) y Pau Roca (La Habitación Roja), que desembocó en un disco, Los amores ridículos, que los tres promocionaron gracias a una mini gira por las principales salas del país.

Reesutructuración

Pese a la crisis del mercado discográfico y los problemas de la industria, este músico ha logrado fraguarse una importante trayectoria profesional y considera que pese al tono alarmista, «hoy se escucha más música que nunca, sólo estamos en un proceso de restructuración», a lo que añade, «el único problema lo tienen las discográficas, que se han quedado solas después de tantos años de chupar del bote a costa de los artistas».

alenador@lavozdigital.es