José Manuel Gamboa reivindica sin complejos la memoria de Sernita
La editorial Carena acaba de editar un ensayo biográfico que recupera el recuerdo de un cantaor «injustamente olvidado por Jerez y la historia »
Actualizado:Manuel Fernández Moreno, Sernita de Jerez, es uno de esos intérpretes a los que no se les hizo justicia en vida y que, perdidos en los avatares del tiempo, entre modas, remedos y pastiches, tampoco han recalado en el lugar de la historia que, por sus aportaciones al género jondo, sin duda merecen. Como subrayó ayer José María Castaño, crítico de LA VOZ, en la presentación de Sernita de Jerez ¿Vamos a acordarnos!, «ha tenido que ser un escritor madrileño quien reivindique su memoria en una editorial catalana». Con prólogo de Diego Carrasco, José Manuel Gamboa Rodríguez, analista de la SGAE, entre otras muchas cosas, es el autor de un ameno ensayo que salpica su lectura con un peculiar anecdotario.
En su primera parte, la obra adquiere peso a partir de una reunión entre los familiares del cantaor, que conmemoran el 35 aniversario de su muerte en una triste Nochebuena. Al hilo de estos recuerdos, Gamboa señala su prolija genealogía, sus pasos iniciáticos en Jerez, y sus pinitos semiprofesionales en ventas y colmaos.
La segunda parte, aborda «el salto del artista a grandes capitales como Madrid y Barcelona». El autor insiste en que Sernita no tuvo «demasiada fortuna, ya que cuando estuvo en condiciones de vivir de su arte, enfermó y se llevo a la tumba sus conocimientos».