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COMUNICACIÓN. Cuatro adolescentes escriben mensajes con sus teléfonos móviles.
Ciudadanos

«Para los alumnos escribir de forma diferente es una seña de identidad»

Los Institutos de Secundaria y Bachillerato ponen en marcha programas específicos para mejorar la comprensión y la expresión escritas

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Kdms asdc? M1m ca. Tkm. (¿Quedamos al salir de clase? Mándame un mensaje cuanto antes. Te quiero mucho). Así se comunican los adolescentes gaditanos mediante messenger o teléfono móvil. Un ejercicio de síntesis que se ha convertido en un lenguaje propio y va ganando terreno de forma imparable. «Para los alumnos escribir diferente es una seña de identidad. Piensan: 'Yo soy diferente y por eso escribo diferente'. Nosotros lo aceptamos, pero les hacemos entender que tienen que ser versátiles y saber cambiar de registro», explica Carmen Morales, directora del departamento de Lengua y Literatura del IES Bahía de Cádiz, quien asegura que esta forma de expresión está cada vez más extendida.

El fomento de la lectura y el manejo de la palabra escrita son dos de los objetivos principales que persiguen los profesores de Lengua y Literatura durante toda la enseñanza Secundaria. Pero en los últimos años la proliferación de los errores ortográficos ha supuesto un obstáculo añadido para los docentes. «No somos más permisivos, en absoluto, la Lengua es la materia que damos y no podemos ser permisivos, pero sí es verdad que las faltas de ortografía están muy extendidas, cada vez más», reconoce Morales.

Fomentar la lectura

Para combatir esta tendencia (que afecta incluso a los estudiantes más brillantes), los institutos de Secundaria de la provincia han puesto en marcha programas que persiguen inculcar el hábito de lectura en los alumnos y hacer que se acostumbren a expresarse por escrito. Es el caso del IES Drago de Cádiz, que ha abierto un club de lectura donde los estudiantes se reúnen para analizar el contenido de los libros que se proponen.

El director de este centro, Pedro de Vicente, no cree que los niños salgan de Bachillerato peor preparados que antes. Pero piensa que es necesario mejorar el conocimiento de la lengua. «El problema -dice- no es la ortografía, sino la expresión y la comprensión. Los centros de enseñanzas medias debemos mejorar en eso. En esa batalla estamos todos los profesores, porque la lengua la usa todo el mundo y tenemos que concienciar a todos los docentes».

En el IES Bahía de Cádiz los alumnos de Secundaria dedican una de sus cuatro horas de Lengua semanales a leer en clase, porque, según la responsable del departamento, «muchas veces ni siquiera saben cómo se escribe una palabra de verdad». «También les pedimos más actividades escritas, como resúmenes, narraciones y redacciones, y se las devolvemos corregidas lo antes posible, para que puedan comparar. Lo importante es que distingan que hay una manera de escribir formal y otra para comunicarse con los amigos», comenta Morales.

En Bachillerato, según admite la profesora, es más difícil dedicar tiempo a estas actividades porque sólo hay tres horas de Lengua semanales y el temario de preparación para el examen de Selectividad es muy amplio. A pesar de ello, cuando los docentes detectan que un alumno comete demasiadas faltas de ortografía tratan de orientarlo para que lea y presente tareas por escrito. «Los informes Pisa nos han puesto más alerta -apunta De Vicente-, vamos a coordinarnos porque tenemos que mejorar ciertas cosas y no caer en el pesimismo».