Un álbum en movimiento

Llevar la foto de un ser querido en la cartera ha pasado a la historia. Las grandes firmas tecnológicas han sacado al mercado una serie de aparatos de todo tipo, cada vez más sofisticados, capaces de reproducir en color y movimiento fotografías y vídeos. Es la hora de la imagen digital.

La alternativa más atractiva para el visionado de esas imágenes almacenadas por decenas en cedés y ordenadores y uno de los productos que más expectación ha desatado entre el público es el conocido como marco digital, la evolución lógica del tradicional portarretratos. Sus prestaciones son muy superiores a las de un marco convencional aunque el diseño externo es similar. En piel, madera, cristal o plástico, los modelos, algo simples la temporada pasada, han evolucionado dando paso a pantallas de LCD o TFT de hasta 12 pulgadas (30,6 cm) con carcasas intercambiables para que combinen a la perfección con la decoración del salón.

Pero, ¿cuál debemos comprar? El precio de este juguetito ronda los 100 euros (el más barato) por lo que la elección ha de ser meditada. Si tan sólo se trata de sustituir los antiguos marcos por otros digitales, quizás no interesa adquirir los de mayor dimensión, y por lo tanto, los más caros. La cuestión de la medida, en este caso, como es obvio, si que importa. En el mercado podremos encontrar una amplia variedad de tamaños que oscilan entre las 3,5 y 10,5 pulgadas. Sin embargo, las dimensiones más habituales son de 7 u 8 pulgadas.

En cuanto a la resolución del marco, el brillo y el contraste -no hay que olvidar que se trata de un sistema similar a las pantallas de la televisión o del ordenador- hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea su calidad, mejor se apreciarán las imágenes. Un marco digital aceptable, por lo general, ha de ofrecer una resolución de al menos 800x480, 200 cd/m2 y un contraste a partir de 300:1. Si bien, estas referencias no suelen venir en las especificaciones del fabricante, es aconsejable preguntar al dependiente por ellas.

Sistemas de memoria

Existen varios sistemas de almacenamiento de fotos y vídeos en los portarretratos digitales. Por un lado, la memoria interna o dispositivo de memoria en la que se descargan las imágenes que se desean visualizar, y por otro, mediante la conexión USB. Estos sistemas permiten guardar hasta 80 fotos en un solo marco, aunque siempre dependerá de la resolución de las mismas. Por ejemplo, Philips ha creado recientemente un portafotos digital de 6 pulgadas para mostrar fotos de hasta 12 megapíxeles, descargables desde un USB o por cualquiera de los formatos de memoria que soporta. La única pega, la duración de su batería que en modo autónomo sólo aguanta 50 minutos.

No obstante, estos avances tecnológicos no son los únicos capaces de mostrar los recuerdos más queridos. Los móviles, con sus cámaras incorporadas, son otra alternativa muy extendida entre el gran público para presumir de fotos. El gigante de la telefonía Nokia lo sabe bien y ha creado el modelo 6280, un teléfono de tercera generación con cámara digital con dos megapíxeles, zoom digital y flash integrado. Todo un lujo para cualquier principiante de la fotografía.

Los reproductores MP4 son la otra alternativa de bolsillo. Existen diversos modelos en las tiendas de informática con capacidades de hasta 4 GB. Lo aconsejables es hacerse con uno que disponga de una pantalla de visionado amplia como la del reproductor Ezip Cayman de 2 GB que se puede adquirir por unos 80 euros en PC City.