IMPUTADO. Gil Silgado, en la sala de prensa de Chapín.
Jerez

El rumor toma forma

Manifestaciones, sentadas y una imputación son los 'logros' del presidente más oscuro del xerecismo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si en Harry Potter, la famosa obra literaria de J. K. Rowling, el mago oscuro Voldermor era considerado como el que no se debe nombrar, en el xerecismo se podría decir que esta afirmación cobra forma ahora tras la últimas noticias en torno a José María Gil Silgado. Y es que la implicación de potentes empresas de Marbella en el accionariado del Xerez era un rumor que andaba por cualquier esquina de los corrillos xerecistas no hace muchos años.

El que fuera presidente del Xerez Deportivo durante dos temporadas ha vuelto a aparecer en primera plana informativa y por algo que no sorprende a los que ya lo padecieron en su mandato. Este empresario sevillano llegó como el nuevo salvador del xerecismo, tras la marcha de un Luis Oliver que tampoco pasará a la historia azulina por su modelo de gestión.

Silgado llegó tras un rápido entendimiento entre Ayuntamiento y el propio Oliver, aunque su aterrizaje en tierras jerezanas nunca terminó de despegar a la entidad, que posteriormente sería vendida a un Joaquín Morales que tuvo que pelear hasta la bocina para hacerse con un club que no estaba dispuesto a abandonar Silgado, pese al peligro inminente que corría la entidad.

Los capítulos vividos en sus mandatos han pasado a la historia por consolidar a uno de los grupos más entregados a sus colores. De hecho, fue esa misma escuadra la que saltó a los terrenos de juego con el mensaje de «Silgado paga ya» y la que fue objetivo de las cámaras de Interviú para reflejar de la manera más íntima posible el descontento reinante en torno a la figura del presidente.

Los dos ejercicios ligueros con el hispalense como mandatario no tuvieron más que aspectos negativos. Se vivieron un sinfín de desmanes de una plantilla que apenas sabía lo que era cobrar una nómina en su tiempo y forma. De su época también se recuerda una rueda de prensa en un conocido hotel de la ciudad, donde la plantilla acudió, con los medios allí presentes, para buscar una rápida solución a una situación insostenible.

Y es que la segunda campaña, la del 2003/04, fue aún peor para la parroquia azulina. El equipo siguió cumpliendo en los terrenos de juego de la categoría de plata, pero la falta de interés hacia la entidad xerecista y su afición se volvieron a dejar patente en dos manifestaciones que pusieron en pie de guerra a los corazones azulinos. La organizadas por la Federación de Peñas con el «Paga ya» y otra pidiendo la marcha del presidente quedarán para siempre en el haber de un mandatario recordado como el innombrable.