PROLÍFICA. Ana Torrent encadena un gran número de proyectos cinematográficos y teatrales.
Cultura

«He intentado dar dignidad a Catalina de Aragón»

La actriz estrena su primera gran producción, 'Las hermanas Bolena', junto a Natalie Portman, Scarlett Johansson y Eric Bana

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Ana Torrent, aquella niña de impresionantes ojos negros de El espíritu de la colmena y Cría cuervos, estrena este viernes su primera gran producción, Las hermanas Bolena. A punto de estrenarse como madre a los 41 años, en esta ocasión la actriz madrileña se mete en la piel de Catalina de Aragón, la primera esposa de Enrique VIII (Eric Bana), por cuyo amor rivalizan Natalie Portman y Scarlett Johansson.

Ana Torrent gana en las distancias cortas. No es tan ni distante como parece, aunque sí se muestra reservada hasta que toma confianza. «Me gusta la aproximación que se hace de la reina española. Fue una mujer de carácter y convicciones fuertes, muy religiosa y estricta. Su sitio en la Historia se sabe, por eso la película explora más en la mujer herida y celosa a la que he intentado dar dignidad», explica la actriz, que no ha tenido ningún problema en rodar en inglés porque está casada con un norteamericano y vive entre Nueva York y Madrid, su ciudad.

Portman, la cariñosa

El guión, el director Justin Chadwick y el libro La princesa constante fueron sus anclajes en la preparación de un personaje para el que ha tenido «poco margen de maniobra» y que le ha permitido trabajar con tres estrellas del celuloide. «Hemos tenido muy buena relación, pero no hemos intimado porque yo alterné este rodaje con otro que tenía en España. Los tres son muy profesionales. He tenido más contacto con Natalie Portman porque es muy cariñosa, es la que más se acercaba. Scarlett Johansson es muy tímida y reservada».

Ana Torrent, como sus compañeras en esta aventura, empezó en el cine muy joven. «Yo más que ellas, porque a los seis años hice El espíritu de la colmena -mítica historia de la que este año se celebra el 35 aniversario-», recalca.

Un pequeño papel en El hombre de arena es la última aparición de la intérprete en la gran pantalla, donde no se prodiga mucho porque su opción es estudiar y seleccionar lo que le ofrecen. Y si el proyecto no le convence, no lo hace. «He optado por no trabajar mucho, mi ritmo es pausado y no quiero hacer cualquier cosa. A veces me dicen que desconecto demasiado... Lo que me gusta es leer un guión y ver un personaje al que pueda aportar cosas y desarrollarlo».

Fabian Road, de Jaime de Armiñán, y NO-DO, de Elio Quiroga, son los próximos estrenos de la también intérprete de Elisa vida mía, Entre rojas, Yoyes y Tesis, la ópera prima del hoy consagrado Amenábar. «Esta película y El espíritu de la colmena están ahí. No sé si algún día volveré a hacer un filme como el que hice con Erice. En ese momento yo no sabía lo que hacía -la película habla de las consecuencias de la guerra civil, la magia que ejercen algunas películas en la niñez y la curiosidad que en una niña despierta su padre y su pasado-», explica la actriz, que no cobró por este trabajo. «Mi padre sólo quería que me trataran bien. Nos hicieron regalos, a mi y a todos mis hermanos», recuerda la actriz, que aparcará sus proyectos profesionales para cuidar de su futura hija hasta octubre, cuando regresará al teatro con la obra La charca inútil. «Haber hecho las primeras películas de Víctor Erice y Alejandro Amenábar pesa, pero es un buen peso», dice.

Una infancia difícil

Aunque nunca fue una niña prodigio, confiesa que no le resultó fácil moverse en un mundo de adultos. «Mis padres no tenían nada que ver con el cine y seleccionaban mucho lo que hacía para que mi vida fuera normal. No me quejo de esos años, pero es delicado porque te cambia la infancia y te descoloca que a los 13 años te den premios, hables con periodistas y vayas a fiestas donde no lo pasaba nada bien porque todos te miran y no sabes que esperan de ti», reconoce.