Las inmobiliarias lamentan el exceso de celo que aún mantienen los bancos

Prodyser es una inmobiliaria que lleva más de 20 años vendiendo y alquilando pisos en el centro de Cádiz. Su dueño, Pepe Linares, vivió de primera mano la gran crisis de los noventa («que fue mucho peor porque fue interna y no vino del extranjero») y considera que la situación actual es más bien pasajera. «Desde luego, lo será mientras los bancos no levanten un poco la mano, ya que todavía están muy exigentes a la hora de conceder un préstamo y eso se nota», explica justo el día en que el INE confirma el frenazo del mercado financiero en cuanto a la concesión de créditos a particulares. Desde la esperanza que le da «la sensación de que poco a poco vamos saliendo del pozo», Linares señala que el comprador ha asimilado la nueva situación «y no pide un préstamo para pagarse la casa, los gastos, los muebles y el coche, sino que sólo lo reclama para afrontar el piso».

En cualquier caso, y aceptando que el mercado gaditano «es diferente a cualquier otro», Prodyser ha constatado que en las últimas semanas se ha reactivado la demanda de viviendas en torno a los 200.000 euros. «Es el límite que los gaditanos pueden afrontar y hasta ahí no hay demasiados problemas».

Respecto a la crisis del sector inmobiliario, Linares destaca que ha servido para limpiar una actividad «que se había llenado de muchas personas que no sabían de vender pisos y así les ha ido en cuanto han venido mal dadas». Eso sí, «el añito que hemos pasado, y que aún se notará algo durante unos meses más mientras que los tipos de interés sigan muy altos, no nos lo quita nadie».