PRECOZ. «Empecé a los 15 años y sueño con seguir hasta que sea ancianita», dice Bárbara Lennie. / L.V.
BÁRBARÁ LENNIE 'CUENTA ATRÁS', LOS JUEVES EN CUATRO

«En España nos queda mucho para llegar al nivel de las series americanas»

La joven actriz madrileña, nominada al Goya por 'Obaba', ha ganado popularidad desde su llegada a la televisión: «Es un gran escaparte», señala

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A pesar de su juventud, Bárbara Lennie (Madrid, 1984) ha dado pasos certeros en el cine. Nominada al Goya como actriz revelación por Obaba, de Montxo Armendáriz, su carrera prosiguió con títulos como Mujeres en el parque y Las 13 rosas. Ahora, está a punto de rodar Extrañamente íntimos, opera prima de Rubén Alonso, y tiene pendiente de estreno Todos los días son tuyos, un thriller dirigido por el mexicano José Luis Gutiérrez.

Sin embargo, es la televisión y su incorporación a Cuenta atrás, la serie policíaca de Cuatro protagonizada por Dani Martín, la que la ha convertido en un rostro más cercano. Ella es la inspectora Leo, una mujer valiente que flaquea en el terreno sentimental al relacionarse con su jefe.

¿Tan diferente es el trabajo en el cine respecto a la televisión?

-He notado un cambio bestial porque es una dinámica completamente diferente. Todo es más rápido, adquieres habilidad para explotar tus recursos, aprendes a improvisar y a buscarte las castañas. En suma, ayuda a hacerte con el oficio, espabila.

-¿Cómo se siente en la piel de una policía?

-Cada vez más cómoda, pero sigo sintiendo cierto pudor al representar a una policía tan lanzada. No tengo nada que ver con el personaje. Leo es una mujer que tiene dos aspectos contradictorios. Por un lado es valiente, intrépida, eficaz, pero emocionalmente le cuesta abrirse a los demás y es indecisa. Ahí esta lo divertido del personaje, que tiene sus matices.

-¿Y usted?

-Soy muy segura para las cosas importantes, pero en las tonterías del día a día me encuentro indecisa.

-¿Hacia dónde va la relación con Corso, su jefe en la ficción?

-En esta segunda temporada la indecisión de Leo va a llevarla hasta las últimas consecuencias. Está entre dos aguas. Corso es un vividor y mujeriego, pero se va intuyendo que algo le pasa con Leo.

-¿Cómo es su relación de trabajo con Dani Martín?

-Estupenda, es un amigo al que quiero y respeto muchísimo. Me hace pasar muy buenos momentos porque es un hombre muy divertido y disparatado. Es un líder nato, y empuja hacia lo bueno.

-¿Es difícil abrirse camino para una actriz de su generación?

-Muy difícil. Somos muchos y juegan factores ajenos, como la suerte. Se hace cine, pero tampoco tanto, y el teatro también es un medio complicado. Hoy, la televisión es el mejor escaparate para los que empezamos. Fíjate qué afición hay por las series norteamericanas, que tienen una excelente calidad. En España aún nos queda mucho para llegar a ese nivel.

-¿Y dar un salto al cine norteamericano?

-Eso lo veo muy lejano, tienes que sacrificar mucho tu vida. No es mi proyecto porque hay un cine muy interesante por hacer en Europa y también en países de América Latina, como Argentina, Chile, México...

-Lleva un camino muy coherente en el cine...

-Soy muy afortunada. No he parado de trabajar pero, al mismo tiempo, me he sentido sin presión, muy relajada. Empecé muy joven, con 15 años, y mi sueño es seguir currando hasta que sea ancianita y poder sentirme a gusto entonces con lo que he hecho. No pienso en pelotazos, que pueden ser fruto de un momento. Este trabajo es una noria.